Dicen que todos tenemos un “gemelo” perdido en el mundo y al parecer Taylor Swift ya encontró el suyo gracias a las redes sociales. Y es que la famosísima cantante resulta ser un fiel retrato de Zeena LeVay Schreck, hija de Anton LeVay, fundador de la Iglesia de Satán a mediados de los años 60.
Es tal el parecido entre ambas, que los siempre creativos cibernautas comenzaron a teorizar que Swift era un clon de LeVay creado para esparcir la palabra de Satanás por el mundo. Otros, en tanto, pensaban que Taylor era la misma Zeena, quien habría hecho un pacto con el diablo para no envejecer.
Estas ideas tomaron tal fuerza en la web, que algunos quisieron buscar todos los datos que conectaran a estas dos mujeres nacidas en diferentes generaciones. Una de las rebuscadas coincidencias que descubrieron fue que Swift nació en 1989, periodo en el que Zeena era una de las Suma Sacerdotisa.
Esto puede que no sea mucho, pero los creyentes de la teoría le dieron un significado especial. Según ellos, la importancia que da la cantante a su año de nacimiento -uno de sus discos más exitosos se titula 1989- sería un intento de LeVay para enfatizar que renació como humano, y que no fue creada en un laboratorio como un clon. ¿Demasiado, no?
Otra teoría popular que también circula en las redes, es que la gran pelea entre Swift y Kanye West no habría sido por un problema de ego, sino una lucha entre el bien y el mal. Se cree que esta idea provino desde el mismo esposo de Kim Kardashian, pues se asegura que el rapero sería un ángel enviado por Dios para luchar contra la satánica Taylor, y liberar a sus miles de fans del encanto malévolo en el que los habría envuelto.
Defensores de estas teorías, también afirman que las canciones y videos de la artista ganadora del Grammy estarían llenos de referencias y símbolos del Satanismo, los que pasarían desapercibidos por la gran mayoría.
La verdad
Donde todas estas teorías caen, es en el hecho que Zeena no ha muerto. La mujer que se alejó de la Iglesia de Satán en 1990 y dejó de usar el apellido de su padre, hoy tiene 57 años, es sacerdotisa del templo del dios egipcio Set y además lidera el Movimiento Liberal Sethiano, fundado por ella en 2002.
Asimismo y a pesar de haber sido una de sus grandes defensoras en los medios de comunicación, LaVey no se fue en buenos términos de la Iglesia Satánica. Tras la fundación de la secta y el apogeo que tuvo en la década de los 70, Zeena vio como ésta fue perdiendo fuerza por culpa de su padre, quien a su modo de ver no tenía las herramientas para mantener viva su creación.
“Despegó tan rápidamente que a mi padre se le fue de las manos”, señaló en una entrevista con la revista Vice. “No tenía demasiados conocimientos sobre el tema y lo que hizo fue crear sobre la marcha una versión postmoderna del satanismo”, agregó.
“En los años 80, los fundamentalistas cristianos empezaron a usar la Iglesia como chivo expiatorio de cualquier cosa; era el grupo al que con toda impunidad podían señalar como responsable de secretas mutilaciones de ganado, de secuestros de niños y hasta de esas chifladas teorías conspiratorias que leían en la prensa en la que siempre estaba involucrado el Gobierno”, relató.
“Me entró el pánico. Sentí que estaban atacando a mi religión y a mi padre. Contacté con él y le pregunté qué planes tenía con respecto a esa situación. Me enteré de que no tenía plan alguno porque no había quien le ayudara, ya que, de hecho, ya no existía ninguna Iglesia de Satán”, explica.
“Todos los miembros de los años 60 y 70 hacía largo tiempo que habían dejado de participar; sólo eran nombres en una lista de correo. Decidí que haría de portavoz suya de forma temporal, para mostrar al mundo que existíamos realmente. El caso es que un año se transformó en cinco y mi lucha terminó sirviendo para que otras personas se hicieran nuevos miembros de la Iglesia”, agrega.
Zeena admite que su padre era demasiado flojo y además tenía mucho miedo como para ser él mismo su propio relacionador público. “Se alegró de tenerme a mí para que me ocupara de las cosas, pero ni él ni los miembros de la Iglesia que quedaban me dieron un apoyo real cuando lo necesité“, recordó.
“Él vivía en un mundo de sueños en el que cualquier cosa que tuviera ver con las relaciones sociales carecía de importancia. Éramos el blanco de una caza de brujas a nivel nacional y todo lo que él quería era que hablara de Marilyn Monroe y Jayne Mansfield”, prosiguió.
Debido a ésto y gracias a que se dio cuenta de cómo iban las cosas en la Iglesia y en las relaciones con sus padres, fue que decidió dejar todo de lado y comenzar de cero con una nueva religión.
Una madurez precoz
Mientras crecía, Zeena no sólo tuvo que aprender las enseñanzas de su padre, sino que también debía acompañarlo a reuniones para hombres realizadas los viernes y en las cuales los fieles desataban sus pasiones con bailarinas exóticas y prostitutas. Por ello, nadie se sorprendió cuando ella quedó embarazada siendo una adolescente.
“A los 13 años me quedé embarazada y empecé a aprender meditación para poder sobrellevar mis tareas. Tenía que estar consciente durante la operación de cesárea. Era la mente sobre la materia, y vi esto como una forma de magia. De no haber experimentado aquella clase de miedo y poder mental a tan temprana edad, nunca me habría sentido inspirada a buscar mi lado espiritual”, señaló.
Zeena vive hoy en Alemania y no está muy contenta de las comparaciones con Swift, según se ha podido apreciar en su cuenta de Twitter.
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— Zeena Schreck (@Zeena_Schreck) 12 de septiembre de 2016
