La nueva actriz favorita del cine francés y estadounidense es danesa. La luminosa intérprete de la serie “Borgen”, Sidse Babett Knudsen, actúa también en un ‘thriller’ y en una millonaria serie en Estados Unidos, además de protagonizar una película de autor en Francia.
A los 47 años, encarna a la perfección a las mujeres fuertes e inteligentes. “Me gusta estar en la piel de gente valiente, eso me inspira”, dice en una entrevista en un hotel de París.
Famosa gracias a su interpretación de una primera ministra en la serie danesa “Borgen”, estrenada en innumerables países, la actriz encarna en “La Fille de Brest” a la neumóloga francesa Irène Frachon, que reveló el escándalo del Mediator, un medicamento contra la diabetes acusado de haber provocado la muerte de centenares de personas.
Cuando la directora Emmanuelle Bercot le propuso el papel –una idea que le había sugerido la leyenda del cine francés, Catherine Deneuve– esta mujer elegante, de ojos azules, no se lo creyó: “Me pregunté en qué estarían pensando, porque no hablo muy bien francés”, explica.
Paralelamente, Sidse Babett Knudsen multiplica los proyectos internacionales con otros papeles de mujeres fuertes. En “Inferno” del estadounidense Ron Howard, en la que también participan Tom Hanks y Felicity Jones, ella interpreta a la jefa de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Y en la serie de la cadena HBO “Westworld”, junto a Anthony Hopkins, la actriz danesa tiene el rol de una calculadora directora de operaciones de un parque de atracciones futurista.
“Ha sido maravilloso trabajar en lugares tan diferentes”, afirma la actriz, que “espera” continuar así. “Sería fantástico”, admite.
‘¡Sacrebleu!’
Este año, Sidse Babett Knudsen obtuvo el Cesar –principal premio del cine francés– de la mejor actriz secundaria por “L’Hermine”, película de Christian Vincent, en la que interpreta a una integrante de un jurado en una corte criminal.
Fue una “sorpresa” para la danesa, que recibió el premio con una expresión francesa un tanto anacrónica e inesperada: “¡Sacrebleu!” (¡Diantre!).
Ello supuso además una revancha para quien había empezado hace treinta años a subir a los escenarios en París, antes de volver a su país, pobre y sin haber conseguido éxito.
Nacida en Copenhague, hija de una padre fotógrafo y de una madre profesora, Sidse Babett Knudsen, que pasó parte de su infancia en Tanzania, decidió ser actriz cuando tenía ocho años.
Su deseo de materializó diez años después, cuando llega a Francia con su bicicleta, para trabajar como chica ‘au pair’.
Entre pequeños trabajos, logra seguir algunas clases de teatro, va al cine, y acude con frecuencia al centro cultural del museo Beaubourg, donde aprende francés leyendo una traducción de “La metamorfosis” de Kafka. Pero después de seis años, decide volver a Copenhague, harta de tener que “sobrevivir”.
“(…) De la misma forma en que esperaba en París, me puse a esperar en Dinamarca”, relata.
El cine la descubre con la comedia de improvisación “Let’s Get Lost” (1997), que le vale el Bodil de la mejor actriz, equivalente del Oscar en Dinamarca.
Luego tuvo un papel en “The One and Only” (1999), una comedia romántica de Susanne Bier, y en “After The Wedding” (2006) con Mads Mikkelsen, antes de que le llegara la fama con la serie “Borgen” a partir de 2010.
“Las consecuencias de ‘Borgen’ han cambiado mi vida”, reconoce la actriz. “Me ha abierto muchas puertas”, añade.