Con el pasar del tiempo, la preconcepción sobre lo que significa ser un jefe ha cambiado dentro de las empresas, y por lo tanto, los requisitos para estos también son otros. Conoce en la siguiente nota cuáles son las habilidades en la mira de las empresas para sus puestos de jefatura.
Cuando una persona ha pasado por diversos trabajos, y acumula varios años de experiencia dentro de un rubro o varios, puede que comience a mirar a puestos con más responsabilidades y, por tanto, mejor paga: los puestos de jefatura.
Si bien la experiencia que entregan los años es completamente necesaria para presentarse a un proceso de selección a este tipo de cargos, hay elementos que las empresas y compañías tienen en cuenta al momento de reunirse con los diversos postulantes.
Conocerlos es vital para dar una buena impresión y aumentar las posibilidades de quedar en un puesto como jefe o jefa.
¿Qué habilidades desean las empresas en una jefatura?
Una forma efectiva de conocer qué características están buscando las organizaciones en cada uno de sus postulantes, es revisar sitios web que ofrezcan anuncios de empleo.
Estos datos pueden servir para dar un panorama de algunos aspectos claves y, en este sentido, las habilidades que buscan las empresas para sus postulantes a jefes o jefas serían el liderazgo transformacional; pensamiento analítico; adaptabilidad; comunicación efectiva e inteligencia emocional.
Esto según datos recogidos de forma colaborativa entre Laborum, HiringRoom y Testkokoro.
Tal como expresa una nota previa de BioBioChile, las instituciones están comenzando a dejar la figura del jefe “distante, a veces poco dialogante y que generaba relaciones limitadas 100% a lo laboral”.
En su reemplazo, se alza la imagen de una persona que también se preocupa de lo emocional y que muestra empatía con su equipo, pero sin caer en la condescendencia.
Las habilidades más a detalle
Según expresaron las empresas que participaron en el estudio, el liderazgo transformacional trata sobre la capacidad de liderazgo basada en un espíritu innovador, estratégico pero con características empáticas.
Con esto se busca mejorar y automatizar los procesos dentro de un grupo o empresa, junto con una inclinación hacia los logros colectivos.
El pensamiento analítico apunta a la habilidad de evaluar todas las decisiones y sus posibles consecuencias, midiendo riesgos y proyectando escenarios, algo esencial para todo tipo de líderes que poseen grupos bajo su gestión.
Otro aspecto clave es la adaptabilidad: el poder soportar los cambios, circunstancias u elementos inesperados del entorno que podrían afectar de buena o mala forma el desarrollo de las labores de un equipo o empresa completa.
Una comunicación efectiva se traduce en beneficios como una mejor distribución de tareas y recursos, mayor motivación de los empleados y compromiso con objetivos, enfoque claro y que “todos los miembros del equipo se sientan escuchados y con voz”, según expresa Becas Santander en su página web.
Por último, la inteligencia emocional proporciona la capacidad a los líderes para reconocer y manejar sus emociones de manera adecuada, en especial en situaciones de presión o donde se deban resolver problemas.
En la capacitación está la clave
¿Cómo adquirir estas habilidades? ¿Qué se necesita para mostrar mayor comunicación efectiva o desarrollar un liderazgo transformacional?
Lo primero es comprender que, a pesar de los años, siempre se pueden aprender nuevas habilidades de todo tipo, las cuales pueden potenciar la imagen personal, profesional y el propio currículum.
En este sentido, hay dos aspectos a destacar: la flexibilidad y la capacitación o educación continua.
Tal como expresa el gerente general de Vertical Hunter, Francisco González, es útil y necesario mostrar flexibilidad para adaptarse a los cambios, tendencias y nuevas reglas del mercado laboral, y así mantenerse vigente en el tiempo.
Presentando esta característica, se vuelve mucho más fácil adquirir nuevas capacidades como las expresadas más arriba, donde los diversos programas de capacitación permanente pueden ser útiles como guía.
Así, con esfuerzo, dedicación y un cultivo previo de estas habilidades, el proceso de selección para un puesto de jefatura se vuelve mucho más fácil.
