Con los años el "perfil" de los jefes cambió, al igual que muchos modelos de empresas. Actualmente quienes acceden a esos cargos deben tener desarrollada su inteligencia emocional y velar por la salud mental de los equipos, algo primordial para que el trabajo ande bien.

Distantes, a veces poco dialogantes y que generaban relacionados limitadas 100% a lo laboral. Ese fue por años, y hace años, un perfil común que desarrollaban las personas que lograban ascender a un cargo de jefatura.

Sin embargo, los modelos de empresas y relaciones laborales han cambiado en el último tiempo y hoy las empresas que se dedican al reclutamiento de personal buscan otras características entre quienes se postulan a estos cargos.

Jefes más emocionales y empáticos son los que priman actualmente para las reclutadoras de empleo, dejando obsoleto al líder distante y que solo tenía una relación profesional con su equipo de trabajo.

De acuerdo a Lissette Domínguez, directora de Atracción de Talentos de SOS Group, “la pandemia significó una crisis humanitaria que afectó la salud mental. Muchas personas están con rabia, ansiedad y estrés. El jefe o líder actual debe estar atento a las emociones de los colaboradores, para que las personas se sientan cómodas en el ambiente laboral”.

Por esto, las compañías de reclutamiento están solicitando “jefes con alta inteligencia emocional y quienes son jefes actualmente deben desarrollar la empatía y preocuparse genuinamente por cómo se sienten las personas con las que trabajan”, agrega Domínguez.

Inteligencia emocional

Según la experta, en la actualidad se espera que el jefe manifieste preocupación por el estado de ánimo de los colaboradores, preguntándoles con interés real cómo se encuentran.

Pero no basta con decir “hola, cómo estas”.

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“El jefe debe escuchar activamente y generar confianza para que el colaborador exprese lo que siente. A veces basta con que el colaborador exprese sus emociones, pues ser escuchado aporta contención”, afirma Domínguez.

También, sostiene que el jefe debe ser flexible y considerar las emociones de los colaboradores en su gestión.

“Si el cargo lo permite, podría facilitar que quienes lo deseen continúen en teletrabajo, ya sea porque tienen miedo al contagio de covid, buscan conciliar la vida personal y familiar, o tienen problemas para conciliar el sueño y necesitan comenzar a trabajar más tarde. En este sentido, el jefe debe considerar alternativas de trabajo que se ajusten a las emociones personales”, comentó.

En esa línea, sostiene que el jefe debe respetar la sensación de autonomía, libertad y manejo del tiempo que ganaron las personas en pandemia.

“Ya sea que realizaron teletrabajo o un emprendimiento propio, en pandemia las personas desarrollaron la autogestión, y a gran parte le gustó. Volver a tener un jefe que controla cada etapa del trabajo podría provocar sensación de asfixia, pérdida de libertad, estrés y angustia en las personas”, advierte la experta.

Finalmente, el jefe tiene que promover la salud mental en el equipo de trabajo. Crear instancias para que las personas conversen de manera informal acerca de cómo se sienten.

“Esto generará un ambiente de apoyo mutuo y confianza que permitirá sortear mejor los momentos difíciles de la empresa”, concluye Domínguez.