El actuar de usureros en Chile es más frecuente de lo que se podría pensar. Se trata de delincuentes que ofrecen préstamos y luego piden la devolución aplicando altos intereses. Son extremadamente violentos: muchas veces lesionan y hostigan a sus víctimas.

En el último tiempo en Chile, ante el complejo panorama económico y la inflación, comenzaron a reflotar los denominados “prestamistas”: delincuentes que, ante la necesidad de otro, prestan dinero cobrando posteriormente altos intereses; y muchas veces hostigando y usando la violencia.

De acuerdo a Carabineros, las solicitudes de créditos informales son más recurrentes de lo que se podría pensar.

Quienes caen, por lo general, son personas que necesitan obtener rápidamente un monto para pagar una deuda o cubrir un gasto, pero el costo de los créditos fuera del sistema financiero puede dejar graves secuelas.

El mayor de Carabineros, Pablo Hormazábal, comentó a BioBioChile que los prestamistas muchas veces se mueven en ciertos barrios o sectores comerciales, en donde generan diálogos frecuentes con las personas. Así, conocen sus situaciones personales y detectan a las potenciales víctimas.

Luego, proceden a -por ejemplo- entregarles una tarjeta de contacto o número telefónico, para que los llamen una vez que decidan solicitarles dinero.

“Al momento de cobrar son violentos; y los afectados por miedo no denuncian”, señaló el mayor Hormazábal.

Asimismo, recordó que el delito de usura se encuentra penado por ley. En el último tiempo, ejemplificó, se detuvo a 13 personas por ese delito en la comuna de Estación Central.

Eran delincuentes cuyas edad fluctuaban entre los 25 y 37 años. Prestaban $100 mil semanal a las personas y solicitaban hasta un 70% más en la devolución.

Carabineros remarcó el llamado a no acudir a este tipo de personas ante una necesidad o apuro económico, porque es un riesgo para la vida e integridad física.

Los riesgos de pedir créditos informales a los prestamistas

BancoEstado, a través de su sitio educativo “En Fácil y en Chileno”, complementó que las víctimas en la mayoría de los casos no son informadas de las “reglas” del trato; y tampoco imaginan -en caso de no cumplir con la devolución del dinero- la agresividad con las cuales se les cobrará.

Los prestamistas ejecutan la cobranza aplicando:

-Extorsión y violencia.

-Altas tasas de interés que superan la tasa máxima convencional, lo que a la larga imposibilita pagar la deuda completa, que cada vez va aumento.

-Plazos cortos (piden la devolución a los 7 o 10 días de haber entregado el préstamo).

En síntesis, remarcó el citado sitio web, se expone la vida personal y las de los seres cercanos al recurrir a los prestamistas.

“En momentos de crisis es muy importante mantener la calma, analizar las opciones y tomar una buena decisión”, sostuvo.

Agregó que si alguien está enfrentando una complicación financiera, ya sea porque no puede pagar deuda o necesita dinero urgente para respaldar un negocio, “debe saber que puede buscar opciones dentro del sistema financiero formal, con información y una asesoría adecuada”.