Uno de los efectos colaterales generados por la pandemia de coronavirus fue el aumento de las compras compulsivas a través de internet, temática que profesionales de la salud mental ya han advertido tanto en sus consultas como también en su vida cotidiana.

Pese a que la economía física ha sufrido con el llamado al aislamiento social y la imposición de cuarentenas, el comercio digital saca cuentas alegres con un 44% de los consumidores nacionales comprando por internet, de acuerdo a datos proporcionados por la Cámara de Comercio de Santiago.

En conversación con BioBioChile, Daniela Rocha, psicóloga deL Servicio de Salud Estudiantil (Sesaes) de UTEM, enumeró algunos de los factores que están generando este fenómeno y al mismo tiempo entregó consejos para controlarlo o manejarlo de mejor manera, para así no maltratar tanto el bolsillo en tiempos de incertidumbre.

Causas

1. Temor general

“En torno al tema de las compras compulsivas, como psicóloga me ha tocado ver bien de cerca este fenómeno que es un aumento bien significativo no solamente de pacientes, lo he visto también en personas cercanas más allá de las atenciones que he podido hacer”, partió la profesional.

“Mi análisis personal es que este tipo de compras tiene que ver con varios tipos de factores. Partamos de la base que en el contexto sanitario y el confinamiento las personas comenzaron a abastecerse porque iban a pasar más tiempo en casa, pero en muchos casos llegó a sobre adquirir productos ‘para que mañana no falte"”, añadió.

A su juicio, lo anterior ocurre porque existe una ansia generalizada de “tener todo por si llega a faltar, por si todo cerrara”, sumado al hecho de ver el comportamiento de otros.

“Hay mucha gente que adquiere productos que comprar no saben para qué, pero ven que toda la gente los compra. Entonces claramente no es una conducta que habrían hecho (en tiempos normales) porque imitan algo en un contexto nuevo, por ende deben pensar que es normal”, detalló.

2. Más publicidad

“También creo que influye que hay mayor publicidad. Muchas empresas se han visto en la necesidad de empezar a vender sus productos de manera online, más de lo que lo hacían antes, o incluso de iniciar este camino virtual”, sostuvo Rocha.

En línea con lo anterior, la psicóloga dijo pensar que los consumidores están aún más expuestos a la posibilidad de terminar adquiriendo productos y de estar bajo “mayor tentación”.

“Empiezan a pensar ‘¿y si me lo compro? Está barato, mira esta oferta"”, ejemplificó.

3. Carencias

Otro elemento que Rocha compartió con nuestro medio para explicar el aumento de las compras sin sentido fue la carencia que se vive hoy en día.

“Hay muchas cosas habituales que están ausentes, que la gente siente que están faltando y que literalmente faltan: las rutinas, los contactos con otros, entonces hay muchos que están intentando llenar esos vacíos adquiriendo cosas, que es lo que pueden hacer (en este contexto)”, agregó.

“Si no pueden salir, visitar, una de las cosas que sí se pueden hacer son estas compras”, complementó.

No obstante, advirtió que pese a que en un principio puede sentirse o sonar bien, las consecuencias pueden ser lamentables.

“No se logra el objetivo. Esa sensación dura bien poquito, pero es lo que está al alcance y muchos están confundiendo esa sensación de carencia con la adquisición de un producto”, complementó.

“Comprar activa ‘el placer’, pero el riesgo está en que dura poco. Después muchas veces viene culpa, quizás gastos innecesarios, falta de finanzas y eso finalmente termina en algo peor”, aseveró.

4. Ansiedad

Un cuarto elemento que fomenta las compras compulsivas es la ansiedad, cuyos niveles han aumentado en parte de la población en las últimas semanas “por lo que ha implicado este desafío general”, dijo Rocha.

“La ansiedad se liga mucho con esa sensación de no tener control sobre lo que viene, lo que está pasando, y el comprar a muchas personas también les hace sentir más control”, explicó.

Aquello porque, en primera instancia, los consumidores controlan qué miran, qué compran, lo que reciben y en segundo lugar la idea de tener la casa llena de productos genera satisfacción.

“Controlo que no me va a faltar comida, ropa, y esto produce una falsa sensación que se está extinguiendo esa ansiedad, pero la ansiedad no se soluciona comprando”, alertó.

5. Aburrimiento

Como quinto factor, Rocha determinó que el aburrimiento juega otro rol en las compras compulsivas.

“Mucha gente está aburrida, por eso empiezan a ver páginas de descuentos, de grandes tiendas, apps y el aburrimiento también te puede llevar como a comer sin tener hambre a comprar sin tener necesidad”, señaló la especialista.

“Incluso pueden ser las dos cosas: algunos comen más y compran más, todo empieza a ser más en exceso, y la ‘necesidad de abastecerse’ termina siendo comprar cosas innecesarias”, detalló.

6. Amenizar la cuarentena

La idea de hacer que la cuarentena sea lo más agradable posible también influye a la hora de sacar la tarjeta de la billetera sin tener mayor necesidad o justificación.

“Así lo ven: ‘estoy encerrado en mi casa. ¿Cómo hago que esto sea más agradable?’ Entonces empiezan a comprar juegos, máquinas de ejercicio. Nunca las van a usar, pero están ahí… por si acaso, por nunca querer estar aburridos o sin hacer nada”, comentó Rocha en el contacto.

7. Traer el mundo de afuera a la casa

Como último punto, la psicóloga sostuvo que la idea de recrear de cierto modo el mundo exterior que ya no existe al interior de la casa puede causar los deseos de comprar en exceso.

“Tiene que ver con que ya no pueden salir e intentan que lo de afuera venga adentro. Muchos acostumbraban a salir con amigos o ir a centros comerciales, era un panorama completo pero se reduce en comprar”, señaló.

Es así como internet juega un papel fundamental a la hora de recrear la vida que ya no se puede llevar adelante.

“Por internet empiezas a vitrinear y empleas una, dos horas en revisar los pasillos de los supermercados, las categorías de ropa, juegos y como que todo eso suple de cierta forma ese panorama”, indicó.

“Afuera siempre está lleno de muchos estímulos, muchas posibilidades de ‘hacer’, entonces la gente empieza a llenar de estímulos el interior de la casa. Yo creo que todo esto en general, y puede que uno no, uno sí o dos juntos, estén llevando a que este aumento en la cantidad de compras y que lleguen a ser compulsivas”, concluyó Rocha.

¿Cómo controlarlo?

Al mismo tiempo, la psicóloga compartió tres consejos para controlar o manejar de mejor manera esta conducta si es que eres uno de los que la lleva a cabo en estos días.

En primer lugar, Rocha mencionó la situación económica, el estado del bolsillo, para llamar la atención de los consumidores y hacerles ver que llenarse de cosas y ocupar la tarjeta sin mayor necesidad no es una buena idea.

“Para enfocarse en algo más concreto, más tangible, está el revisar la situación económica personal para ver realmente si está la posibilidad de gastar más”, comenzó.

“Darse un gusto de vez en cuando no está malo. Comprar juegos de mesa en este contexto está bien para jugar con la familia, pero antes de eso revisar para no excederse”, indicó.

Lo anterior, para saber con las reservas con las que se cuentan, establecer el margen y no pasarse de la raya.

Al respecto, admitió pensar que es una muy buena idea hacer listas de compras antes de salir a vitrinear por la web.

“Está bien. Todos tenemos que abastecernos. Eso es un hecho, no es que no haya que hacerlo, hacer una lista sirva para que cuando vayas a comprar no te tientes. Solamente lo que en la lista es lo que evaluaste que falta”, recordó.

Si alguien no sabe cómo hacer una, recomendó revisar en internet sugerencias según la cantidad de personas por casa o preguntarle a cercanos qué compran y cuánto, a modo de recopilar experiencias y no caer en el miedo a que falten cosas.

Como tercer consejo, más allá de lo financiero, Rocha mencionó que una forma de calmar la ansiedad que nos puede aquejar y que se transforma en la necesidad de comprar y comprar es poner énfasis en la relajación, el deporte en casa y potenciar los momentos personales.

“Si uno llega a tener equilibrio en todas las escenas de la vida, claramente esas tensiones van a empezar a bajar y así hay menos posibilidades de hacer estas compras compulsivas en términos generales”, comentó.

A modo de concluir la entrevista, Rocha solicitó no dejarse llevar por el sensacionalismo de los mensajes públicos y las redes sociales.

“Por ejemplo, ayer (miércoles) cuando se decretó la cuarentena total (para Santiago y otras comunas de la región Metropolitana) justo en ese instante colapsó todo y los pasillos ya estaban sin nada. Entonces yo creo que hay que hacer un análisis más racional y realista de lo que hace falta, de cómo ha sido este tiempo. Probablemente, no va a ser distinto a como ha sido la cuarentena voluntaria”, finalizó.