Según un estudio encargado por el sindicato que reúne a la gran parte de los trabajadores en paro, las mayores compañías de transporte marítimo aumentaron sus beneficios por 1.500% entre 2019 y 2022, mientras que los sueldos de los estibadores solo un 10% en el mismo periodo.

Los estibadores canadienses, personas destinadas a cargar y descargar mercancía de los barcos que arriban a los puertos, acusan a las seis mayores compañías de transporte marítimo de “avaricia”, tras acumular 103.300 millones de dólares en beneficios en 2022.

Esto en el contexto de una huelga que ya lleva desde el 1ro de julio, con cerca de 7.500 trabajadores paralizados, la mayoría de ellos representados por el sindicato International Longshore and Warehouse Union Canada (ILWUC).

Esta organización encargó un estudio, donde finalmente se señaló que los beneficios del sector “se han disparado durante los últimos tres años”. A pesar de lo anterior, las empresas se negarían de mejorar las condiciones de sus empleados.

Según el análisis, seis compañías de transporte marítimo: MSC, Maersk, CMA CGM, Cosco, Hapag-Lloyd y Evergreen, monopolizan el 70% del tráfico mundial, lo que les dejaría en una posición de “control sobre los precios y prácticas”.

Los datos de ILWUC indican que los beneficios de las cinco mayores aumentaron un 1.500 % entre 2019 y 2022, cuando llegaron a 103.300 millones de dólares estadounidenses, mientras que los salarios de los estibadores sólo crecieron un 10 % en ese periodo.

El informe excluye de ese punto a MSC porque sus datos no estaban disponibles.

La huelga mantiene paralizados unos 30 puertos de la provincia de Columbia Británica, incluido el de Vancouver, el de más tráfico de Canadá y por el que transita un 25% del comercio internacional del país.

La asociación de exportadores y fabricantes industriales de Canadá ha estimado que la huelga afecta cada día al movimiento de productos por valor de 500 millones de dólares canadienses, unos US$377 millones.

Unas tensas negociaciones

La publicación del estudio se produjo cuando las negociaciones entre ILWUC y la Asociación de Empresarios Marítimos de Columbia Británica (BCMEA en inglés) estuvieron estancadas, con el sindicato acusando a la patronal de iniciar una campaña de desinformación.

Sin embargo, el ministro del Trabajo canadiense, Seamus O’Regan, comentó vía Twitter que “gracias al trabajo duro de la BCMEA y el sindicato” se habrían logrado avances al respecto.

Asociaciones empresariales y los jefes de Gobierno provinciales más afectados han solicitado en los últimos días que la capital, Ottawa, intervenga y fuerce el fin de la huelga obligando a los trabajadores a volver a sus puestos.

La petición fue calificada de “hipocresía” por el sindicato.

El presidente de ILWUC, Ron Ashton, declaró que de la misma forma que el Gobierno canadiense no ha intervenido para imponer contratos a las compañías de tráfico marítimo “es pura hipocresía argumentar ahora que el Gobierno debería forzar a los estibadores a que vuelvan al trabajo“.