Asegurar un vehículo es proteger una inversión importante y evitar incurrir en gastos inesperados que puedan surgir por un accidente, un robo u otros eventos. Por estas razones, el Seguro Automotriz se ha convertido en una herramienta esencial para resguardarlo de los daños.
La compra de un automóvil es una de las decisiones financieras más relevantes para una persona, pareja o familia. El vehículo se convierte en un medio de transporte clave para ir al trabajo, llevar a los niños al colegio o salir de paseo los fines de semana.
Sin embargo, esa misma inversión puede verse seriamente afectada en caso de accidente, especialmente si no se cuenta con un respaldo económico que permita cubrir los daños.
Ahí es donde cobra relevancia el Seguro Automotriz. Se trata de un seguro que entrega coberturas para enfrentar diversos siniestros: desde daños materiales del vehículo o robos, hasta la responsabilidad civil frente a terceros. En definitiva, ayuda a evitar que un siniestro se convierta en un problema económico mayor.
¿Cómo cotizar un Seguro Automotriz?
En la actualidad, cotizar un seguro de auto es más fácil que nunca. La mayoría de empresas aseguradoras ofrecen este servicio a través de su sitio web. Por ejemplo, en la compañía HDI Seguros se puede realizar este proceso completamente online.
Además, al ingresar, puedes personalizar la cobertura según tus necesidades específicas: elegir el deducible, definir el monto de la cobertura de Responsabilidad Civil y optar por beneficios como el auto de reemplazo.
Durante la cotización, también podrás comparar entre distintas opciones y simular cuánto pagarías mensualmente, lo que permite tener claridad antes de tomar una decisión y ajustar la póliza al presupuesto disponible.
¿Cuánto cuesta un seguro para auto y qué documentos se necesitan?
El precio de un Seguro Automotriz depende de múltiples factores. Además, el precio varía según las coberturas seleccionadas: a mayor protección o menor deducible, más alta será la prima mensual. Por eso es clave analizar cada variable y evaluar cuál es la mejor combinación entre costo y cobertura.
Una vez que ya hayas seleccionado tus preferencias, estás listo para asegurar tu vehículo. Para ello, necesitarás contar con algunos antecedentes básicos. El primero es la documentación del auto, como número de motor, chasis y patente. Además, deberás tener los datos del propietario y del contratante, en caso de ser distintos.
Una vez contratado el seguro, la compañía suele exigir una inspección del vehículo para comprobar su estado y activar las coberturas de la póliza. Muchas aseguradoras ofrecen este proceso de forma remota, a través de una app o link donde se cargan fotos del auto tomadas directamente con un smartphone.
¿Qué considerar al elegir un seguro de auto?
Elegir un seguro no se trata solo de encontrar el precio o prima más baja, ya que lo fundamental es revisar qué incluye y qué no. Las coberturas más comunes son:
– Daños materiales: cubre indemnización por daños en el auto asegurado (costo de la reparación).
– Robo total o parcial: en caso de robo del vehículo, de piezas o partes del mismo.
– Responsabilidad civil: cubre los daños ocasionados a terceros como daño emergente, lucro cesante o daño moral, que sean de responsabilidad declarada del conductor del vehículo asegurado.
– Asistencias: grúa, cambio de neumáticos, cerrajería, entre otros.
Uno de los puntos más relevantes es el deducible, es decir, el monto que debes asumir como asegurado en caso de siniestro para activar la cobertura. Un deducible más alto reduce la prima mensual, pero implica asumir un mayor gasto en caso de accidente. Para elegir el deducible adecuado debes evaluar los riesgos y tu capacidad de enfrentar imprevistos.
Los seguros actuales no solo ofrecen cobertura ante siniestros, también entregan asistencias prácticas, como remolque o transporte a taller por avería, reparación in situ, conductor de reemplazo, entre otras, las cuales pueden marcar la diferencia ante una situación en la que necesitarás ayuda.
Vale recordar que antes de contratar cualquier Seguro Automotriz, es fundamental leer las condiciones generales que regirán el contrato, entender las exclusiones (situaciones que no están cubiertas) y conocer los canales de contacto para reportar siniestros o solicitar asistencia.