El Gobierno de Sudáfrica advirtió este lunes de que unos 30.000 empleos podrían verse amenazados por el arancel del 30% que Estados Unidos impondrá a las exportaciones sudafricanas a partir del próximo jueves, una medida que el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, calificó como una “calamidad” para el país.
Así lo afirmó el director general del Departamento de Comercio, Industria y Competencia, Simphiwe Hamilton, durante una rueda de prensa conjunta con el Ministerio de Relaciones Internacionales y Cooperación, según recogen medios locales.
“Esta cifra se basa en las consultas que hemos mantenido con todos los sectores de la economía, desde el automotriz hasta el agrícola, y con todos los que se verán afectados. Estimamos que unos 30.000 puestos de trabajo podrían estar en riesgo”, dijo Hamilton.
Sudáfrica afronta la tasa arancelaria más alta de África Subsahariana, lo que supondrá un fuerte impacto para sus exportaciones a Estados Unidos, su segundo socio comercial tras China, al que vende principalmente automóviles, productos siderúrgicos y cítricos.
Durante la comparecencia, el ministro de Relaciones Internacionales y Cooperación, Ronald Lamola, subrayó que el Ejecutivo sudafricano ha estado reforzando sus alianzas comerciales y de inversión con socios en todo el mundo.
“Frente a los desafíos del comercio global, Sudáfrica está construyendo de forma proactiva un sector agrícola más resiliente”, aseguró Lamola.
El ministro destacó los avances en la apertura de nuevos mercados en Asia y Oriente Medio -como Emiratos Árabes Unidos, Catar y Arabia Saudí-, así como el desarrollo de acuerdos comerciales y de inversión con Japón para abrir nuevas puertas a las exportaciones sudafricanas.
Por su parte, durante un mitin de su partido, el Congreso Nacional Africano (CNA), Ramaphosa afirmó que Sudáfrica seguirá negociando con la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, para “normalizar las relaciones comerciales y, en general, fortalecer las relaciones bilaterales”.
El mandatario explicó que el Departamento de Comercio, en coordinación con la Presidencia, trabaja actualmente en una serie de intervenciones para “apoyar y asistir” a los exportadores sudafricanos, aunque reconoció que la creación de cadenas de valor “lleva tiempo”.
“Nos complace que, en general, los productores y exportadores estén colaborando con nuestro Gobierno e intentando encontrar soluciones a esta calamidad que se ha abatido sobre nosotros”, declaró Ramaphosa.
Previamente, el Ejecutivo había anunciado un paquete de medidas económicas y diplomáticas para responder a los aranceles, que incluye apoyos financieros, la búsqueda de nuevos mercados para las empresas afectadas y el impulso a la implementación del Acuerdo de Libre Comercio Continental Africano (AfCFTA, en inglés).
Las relaciones diplomáticas entre Sudáfrica y EEUU se han deteriorado desde que Trump ordenó en febrero la suspensión de la ayuda económica a Pretoria, al acusar a su Gobierno de “confiscar tierras” de la minoría afrikáner y por su postura crítica hacia Israel ante la Corte Internacional de Justicia.