El ejecutivo peruano quiere elaborar una propuesta que institucionalice la revisión periódica del salario mínimo. Ejemplificó que ello en Chile se realiza semestralmente.

El ministro de Trabajo de Perú, Alejandro Salas, instó este martes a los gremios empresariales del país a dialogar con su sector y con las centrales sindicales para elaborar una propuesta que institucionalice la revisión periódica del salario mínimo, que este año subió hasta los 1.025 soles (unos 266 dólares).

En una columna de opinión publicada en el diario económico Gestión, Salas insistió en la necesidad de que los gremios empresariales se sumen al llamado del sector Trabajo de promover una ley que regule, bajo criterios técnicos, “el cómo, el cuánto y el cuándo” de la remuneración mínima vital (RMV).

“Perú es uno de los pocos países de Latinoamérica que no tiene una norma (…) México, Ecuador, Costa Rica, Brasil y Colombia revisan anualmente la RMV, en tanto Chile y Uruguay lo hacen de forma semestral”, puntualizó el ministro.

Salas recordó que, en mayo pasado, el Consejo Nacional de Trabajo y Promoción del Empleo (CNTPE) acordó por unanimidad incluir como tema de agenda prioritaria la elaboración de una propuesta que institucionalice la revisión periódica del sueldo mínimo.

Criticó, sin embargo, que los representantes del sector empresarial “nuevamente se han negado a participar” de este proceso, pese a los “reiterados intentos de acercamiento” por parte del Ejecutivo.

“Solo hemos recibido negativas”, sentenció Salas, quien señaló que su despacho no dejará de insistir “en la convocatoria tripartita” a fin de consolidar el CNTPE “como un espacio de diálogo legítimo y efectivo” que conduzca a Perú “hacia un país más justo, equitativo y con oportunidades para todos”.

Defendió, en esa línea, la necesidad de “despolitizar” la RMV y que esta se determine “técnicamente y no con base a coyunturas políticas”.

Resaltó, además, que, pese a los “efectos negativos” que en el debate público se suelen imputar a la RMV, como la pérdida de empleo principalmente en las microempresas, un reciente estudio realizado por su ministerio demuestra que los ajustes realizados en el país “no tuvieron efectos negativos en el mercado laboral, no generaron pérdida de empleo, sino, más bien, la mejora de las remuneraciones”.

“El limitado crecimiento de la microempresa en el Perú no se sustenta en los costos laborales ni en la regulación que determina RMV, sino en factores vinculados a la competencia informal, la demanda limitada, el crédito, entre otros”, argumentó.

Salas se refirió así al estudio “Impacto del incremento de la remuneración mínima en el sector asalariado formal privado”, publicado este martes por la cartera que encabeza.

En concreto, el reporte indica que, tras el incremento del salario mínimo vital en 2016 y 2018, se concretó un incremento del 6% en la contratación de trabajadores con remuneraciones mensuales mínimas y una subida de 14.000 y 8.000 nuevos puestos de trabajo, respectivamente.

En mayo de este año, el Gobierno de Pedro Castillo subió un 10,2% el sueldo mínimo vital hasta alcanzar los 1.025 soles, luego de que permaneciera fijado en 930 soles desde marzo de 2018, cuando el entonces presidente, Pedro Pablo Kuczynski, aprobó un alza del 9,41%.