La economía chilena retrocedió un 5,8% en 2020, con construcción y servicios como los sectores más afectados por la pandemia.

Expertos coinciden en que la contracción fue menor a lo esperado en un principio, pero el factor más determinante fue el retiro de ahorros previsionales.

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Justo un año después de la emergencia sanitaria que inició en Chile, el Banco Central dio cuenta de los resultados económicos del año 2020, con el cierre del año marcado por la pandemia, donde la actividad económica tuvo una contracción de 5,8%.

Una caída que es la más alta desde la década de los ochenta, y tuvo su punto más álgido el segundo trimestre con un retroceso sobre 14%, pero que hacia la última parte del año repuntó: el cuarto trimestre tuvo un crecimiento de 6,8% respecto al tercero.

En la comparación año contra año, sin embargo, el crecimiento fue nulo.

Un año difícil, reconoció el ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, quien en todo caso garantizó que el Gobierno está preparado para un año enfocado en la reactivación, pero también apoyando a las familias.

Prácticamente todos los indicadores fueron a la baja. La demanda interna cayó 9,1%, la inversión un 11,5% y el consumo de los hogares un retroceso de 7,5%.

Aquí sin embargo hay un punto de inflexión, ya que el consumo de los hogares creció un 4,1% el cuarto trimestre, marcado por las transferencias directas, Bono Clase Media, IFE y sobre todo los fondos de pensiones, que hasta ahora suman 35 mil millones de dólares.

El economista y consultor, Luis Eduardo Escobar, sostuvo que el desempeño de la economía estuvo por sobre las expectativas, también alto en la comparación con otros países, pero eso no se le puede atribuir a la política fiscal de La Moneda.

Las únicas actividades que crecieron fueron administración pública, minería, servicios financieros y comunicaciones y servicios de información.

En contraparte, construcción y servicios fueron los más afectados, algo preocupante por el hecho de que dependen de la interacción directa: en el comercio hubo una caída de 1,8%, pero se recuperó fuertemente de la mano del cuarto trimestre. Ahí creció casi 14% respecto a 2019.

La gerenta de Estudios de la Cámara Nacional de Comercio, Bernardita Silva, destacó estas cifras, pero advirtió que no ocurrió lo mismo con los servicios, que cayeron un 31%.

El presidente de la Asociación Chilena de Gastronomía, Máximo Picallo, lamentó la escasa ayuda.

Según una encuesta de la Asociación Chilena de Gastronomía, en estos doce meses se han perdido un 46% de los puestos de trabajo que tenían y un 32% de los restaurantes no ha logrado acceder a medidas como los créditos con garantía estatal Fogape.

En cuanto a las ventas, un 41% de establecimientos han tenido una caída de entre 51% y 95%.