Una brecha de seguridad detectada en Fortnite tiene enfrentados a la firma desarrolladora -Epic Games- y Google.

Todo comenzó el pasado 24 de agosto, cuando la compañía propietaria del popular motor de búsqueda revelara que el instalador del juego para Android presentaba una falla que permitía la instalación de malware en el dispositivo.

Esto provocó la ira de Tim Sweeney, CEO de Epic Games, quien manifestó públicamente en sus redes sociales su malestar por la forma en que Google utilizó esta información.

Tal como recoge el sitio especializado en videojuegos Meristation, el enojo de Sweeney tiene que ver con el hecho de que Google detalló exhaustivamente la forma en que terceras personas podían acceder a los equipos de los usuarios a través de Fortnite.

“Android es una plataforma abierta. Lanzamos un software para ella. Cuando Google identificó el fallo de seguridad, trabajamos sin descanso (literalmente) para corregirlo y subir una actualización”, escribió.

“La única irresponsabilidad aquí es el rápido lanzamiento al público por parte de Google de detalles técnicos”, agregó.

Si bien desde Epic Games publicaron un parche en menos de 48 horas, la aplicación del juego en Android, al no estar en Google Play Store, no se actualiza de forma automática.

Desde la desarrolladora del título sostienen que es sumamente peligroso que Google haya dado a conocer el fallo de seguridad tan pronto, ya que como no todos los usuarios han instalado el parche, cientos de miles de dispositivos pueden estar en riesgo.