La comunidad de Twitter arremetió en contra del “abuso de poder” que sintieron después de que un usuario respondiese ofensivamente un tweet del ministro del Interior y Deportes de la ciudad de Hamburgo y al que luego la policía le realizó una redada en su casa.

Según la información compartida por The Washington Post, eran las 6 de la mañana cuando los uniformados alemanes llegaron a la puerta del usuario de Twitter en Hamburgo. ¿La razón? Insultó al funcionario Alemán Andy Grote, refiriéndose a él como un “Pimmel”, un crudo término que se refiere a los genitales masculinos.

Grote había compartido un Tweet que hacía referencia a la noticia de una celebración realizada en un bar donde llegaron miles de personas, incumpliendo las normas sanitarias.

“¡En el #Schanze celebramos la ignorancia! Algunas personas no pueden esperar a que todos volvamos al encierro. ¡Qué estúpidos! gracias @PolizeiHamburg que regresó de vuelta a casa una vez más para que la pandemia no se salga de control”, señaló el funcionario.

La oficina fiscal en Hamburgo le compartió al Washington Post que se estaba llevando a cabo una investigación de un “insulto”, el cual puede ser castigado bajo una sección del código penal alemán.

“Abuso de poder” según Twitter

Al conocerse esta noticia, las redes sociales rápidamente hicieron tendencia el hastag #Pimmelgate, haciendo referencia al comentario del primer usuario como forma de apoyo.

El sujeto investigado compartió en Twitter que su casa fue allanada por seis agentes policiales. Además señaló que en ningún momento se identificaron los funcionarios y que ellos le habían informado que ya sabían que en la casa vivían dos menores.

Esta información fue confirmada al Washington Post por parte de la misma policía de Hamburgo, quienes señalaron que se realizó la redada en la casa del usuario para “reunir pruebas”.

En Alemania, las leyes de incitación y difamación son mucho más estrictas que cualquier otro país del mundo, se prohíbe hablar difamar a los lideres políticos y hacer negaciones del Holocausto, es un crimen. Sin embargo, incluso para estos estándares, muchos pensaron que la redada policial superó los limites.

Algunos creen que el insulto que recibió Grote no se compara en nada a otros realizados en internet en contra de las minorías o de las mujeres. Por lo que consideraron que esto era un abuso de poder.