La experta dice que avalar estas prácticas puede ser "extremadamente peligroso" y que espera que el anuncio de un equipo de sanación cuántica bajo el alero del Minsal no sea más que 'un condoro' (un error).

El fin de semana pasado, una noticia del Servicio de Salud de Tarapacá sobre el inicio de las atenciones del Policlínico de Medicinas Complementarias e Integrativas del Hospital Dr. Ernesto Torres Galdames, en Iquique, causó una ola de críticas, puesto que allí se impartiría la “sanación cuántica”.

Este anuncio causó molestia porque se trata de una práctica de medicina alternativa sin sustento, que además fue financiada por el Ministerio de Salud.

Pero, ¿qué es esta terapia y por qué causó tanto revuelo? Bueno, los expertos dicen que no tiene sentido, es absurda y carece de una base científica comprobada.

En BiobioChile le preguntamos a Carla Hermann, doctora en física y académica del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile, quien despejó todas las dudas.

“Un fraude extremadamente peligroso”

De acuerdo con Hermann, la sanación cuántica “no sigue la metodología científica ni se respalda en estudios revisados por pares”. Además, “su inclusión en un servicio de salud pública resulta preocupante, ya que confunde al público y puede interpretarse como un respaldo institucional a prácticas no validadas científicamente”.

“Entiendo que hay ciertas prácticas que tienen un origen más de creencia que de ciencia. No me parece mal que eso exista, yo misma soy una persona de mucha fe. Pero hay que separarlo del mundo científico, pues NO es ciencia, y al avalarlo desde una institución científica y gubernamental, se convierte en un fraude que puede ser extremadamente peligroso y negligente con la salud de todos los chilenos y chilenas“, plantea la experta.

“¿Imaginen que alguien decida tratarse un cáncer con ‘cuántica’ en vez de un tratamiento serio, pensando que esto ‘cuántico’ es ciencia válida porque está en un centro de salud público, entonces ‘debe ser verdad’?”, cuestiona.

La sanación cuántica, ¿tiene sentido?

Según el Instituto Santiago Vitola de España, entidad que aboga por esta práctica, la sanación cuántica “se fundamenta en los principios de la física cuántica, que sostiene que toda la materia y la energía están interconectadas y son interdependientes”.

“Esto significa que nuestros pensamientos y emociones no son meramente procesos internos, sino que también tienen un efecto tangible en el mundo que nos rodea. En esencia, somos co-creadores de nuestra realidad”, explican.

Pero, ¿qué significa realmente que algo sea “cuántico”? La doctora Hermann explica que “en física, ‘cuántico’ se refiere a las leyes que rigen los fenómenos a escala atómica y subatómica“.

Y sí, la física cuántica tiene algunas aplicaciones en la medicina, pero esencialmente en las tecnologías que se utilizan, “como la resonancia magnética, que es una aplicación directa de principios cuánticos en el diagnóstico médico”, señala.

Esto último funciona gracias a una rama de la ciencia que “mezcla la cuántica, que es la base del funcionamiento atómico, con la posibilidad de hacer imagenología al poder observar características de partículas elementales que están en nuestro cuerpo”.

Pero la sanación cuántica como tal, dice Hermann, carece de significado. “No se basa en los principios cuánticos reconocidos ni se apoya en evidencia empírica válida. Su uso parece ser más un recurso de mercadotecnia que un concepto científico. No es ciencia ni es cuántico“, asegura.

Sobre la popularidad de estos métodos y el porqué tienen tantos adeptos, la experta comenta que esto “puede deberse a la confusión entre una terminología científica (la palabra cuántica) y prácticas de bienestar que pueden ser millones y de diferentes orígenes”.

Asimismo, apela al mal uso del lenguaje. “El atractivo de lo ‘cuántico’ radica en su asociación con lo novedoso y misterioso, pero no en su validez científica. Es un abuso de lenguaje muy peligroso“, agrega.

Respecto a los motivos del Minsal para permitir este tipo de pseudociencias en un servicio de salud, menciona que “honestamente espero que no hayan sabido nada. Quizá alguien corrió con colores propios”.

“Teniendo una gran comunidad de físicos cuánticos en Chile, incluyendo un Instituto Milenio, la verdad es que este tipo de cosas no se entienden. Espero que en realidad haya sido así, ‘un condoro‘ (un error)“, concluye.