El académico de la Universidad de Chile, en conjunto con científicos franceses, desarrolló un método para predecir catástrofes naturales y sociales.

El físico chilenos Marcel Clerc, en colaboración con científicos franceses, logró desarrollar un método capaz de predecir eventos extremos, tanto catástrofes naturales como crisis sociales que puedan afectar a la humanidad, según reporta un comunicado de la Universidad de Chile.

“Tenemos elementos valiosos que nos hacen pensar que esta investigación cimienta el camino para predecir eventos extremos como sequías, terremotos, crisis económicas y sociales”, explica Clerc, académico del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la U. de Chile.

La investigación tomó casi 3 años y los expertos utilizaron herramientas de Inteligencia Artificial (IA) como apoyo con modelos matemáticos para predecir eventos catastróficos. Además, el estudio fue destacado en la revista científica Physical Review Letters.

¿Es posible predecir eventos extremos?

Los expertos en concreto demostraron que “es posible pronosticar ocurrencias de eventos extremos poco probables como gigantescas y catastróficas pulsaciones utilizando redes neuronales”, detalla Clrec, que también doctor en Física de la Universidad de Nice Sophia Antipolis, Francia.

“Al seleccionar regiones de máxima transferencia de información (entropía), mostramos que es posible obtener una mayor precisión de pronóstico utilizando datos no locales frente a datos locales, lo que permite mayores tiempos de advertencia”, agrega.

Esto último, dice el físico, permite “adelantarnos a resultados que antes no habríamos sido capaces de vislumbrar”.

Todo indica que este modelo predictivo, que aún se está puliendo, va por buen camino y los expertos pronostican que también podría aplicarse en múltiples disciplinas.

“Aunque no tenemos pensado usarlo en ciencias sociales, es posible predecir comportamientos colectivos como las crisis económicas“, recoge Clerc.

Del estudio también participaron los científicos V. A. Pammi y S. Barbay, ambos de la Universidad Paris-Saclay (CNRS, Centre de Nanosciences et de Nanotechnologies) y S. Coulibaly de la Universidad de Lille (Francia).