Se cumplen 20 años desde que el transbordador espacial Columbia de la NASA explotó durante su reingreso a la Tierra en lo que sería su vuelo número 28, dejando sin vida a su tripulación.

Este viernes, la NASA conmemora a los astronautas fallecidos en 2003 durante la misión Columbia, cuyo accidentado reingreso a la Tierra después de 16 días de trabajo espacial, no dejó sobrevivientes.

Fue el 1 de febrero de 2003 cuando cerca de las 2:00 PM el transbordador espacial Columbia explotó mientras maniobraba su reingreso al planeta, terminando con la vida de los 7 miembros que componían su tripulación.

Es un momento para asegurarse de que todos hagan todo lo posible para evitar futuras tragedias a través de una cultura de mayor seguridad y excelencia. Es especialmente importante ahora que la NASA se embarca en nuevos programas y planea devolver humanos a la Luna, como parte del programa Artemis”, señaló la agencia espacial.

Asimismo, la NASA también recordó otras trágicas misiones como el Challenger y el Apolo 1. “Continuaremos alcanzando nuevas alturas para asegurarnos de que su sacrificio no haya sido en vano“, escribieron en Twitter.

¿Qué pasó con el transbordador de la misión Columbia de la NASA?

Esta misión, que era parte de las construcciones y tareas que se estaban llevando a cabo en la recién construida Estación Espacial Internacional (ISS), era el vuelo número 28 del Columbia, que hasta ese entonces había funcionado sin mayores inconvenientes manteniendo a salvo a sus respectivas tripulaciones.

Sin embargo, para aquella misión algo salió mal. Resulta que durante su lanzamiento, ocurrió el desprendimiento de una pieza de espuma del tanque externo del transbordador espacial, golpeando su ala izquierda. Este sería un hito fatal para su regreso.

Si bien desprendimientos de piezas de espuma ya habían ocurrido en viajes anteriores, este sumado al golpe trajo graves consecuencias para el día en que la tripulación viajó de vuelta a la Tierra.

De hecho, algunos reportes sugieren que la NASA limitó las investigaciones del daño que se produjo durante el despegue aun cuando algunos ingenieros sospechaban que podía traer problemas graves.

Es por ello que, al momento del reingreso a la atmósfera, el daño por el desprendimiento y golpe del ala causó que los gases atmosféricos calientes destruyeran las estructura interna de esta.

Esto trajo consigo que el transbordador se volviera inestable y comenzara a desintegrarse durante el descenso.

Desde el equipo de control de la NASA se realizaron maniobras para enfrentar el calor del reingreso a la Tierra y amortiguar el impacto. Sin embargo, momentos previos a este se perdió el contacto con la tripulación, cuyos restos fueron rescatados posteriormente del océano.