Medios internacional han dado cuenta en los últimos días del caso de Jo Cameron, una escocesa de 71 años que ha revelado a la comunidad científica que no es capaz de sentir dolor. El hallazgo fue realzado cuando la mujer tenía 66 y llegó de urgencia a un hospital, debiendo ser operada de una mano rota.

Según detalla el diario español El País, en el momento que el anestesista le iba a administrar la sustancia para sedarla, ella le dijo que no era necesario porque no sentía dolor.

Pero aún más curiosidad existió cuando ella misma le dijo al médico de cabecera que no necesitaba pastillas después de la cirugía, ya que era incapaz de sentir malestares.

Jo Cameron | Daily Mail
Jo Cameron | Daily Mail

Es por esto que el médico Devjit Srivastava envió una muestra de la sangre de Cameron al centro de genetistas de la Universidad de Londres, quienes la estudiaron por un tiempo extenso.

Luego de ese tiempo, la institución reveló que la mujer tenía una serie de mutaciones genéticas que hacía que no sintiera el dolor de la forma como lo hacía el resto de las personas.

“Mirando hacia atrás, me doy cuenta de que nunca había necesitado analgésicos. Pero si no los necesitas, no preguntas por qué no”, indicó Jo a la BBC.

A eso agregó: “Eres lo que eres, y hasta que alguien no te lo dice, no lo cuestionas. Yo solo era un alma feliz que no se había dado cuenta de que era diferente”.

Jo Cameron | Daily Mail
Jo Cameron | Daily Mail

No obstante, la mujer aseveró que vivir toda una vida sin dolor también ha tenido sus desventajas, ya que hasta el día de hoy no tiene forma de saber si algo anda mal en su organismo.

“Sería bueno tener una advertencia cuando algo anda mal. No sabía que mi cadera había desaparecido hasta que realmente desapareció, físicamente no podía caminar con mi artritis”, señaló.

Desafortunadamente, los médicos aún están lejos de encontrar una cura para su mutación, la cual la hace ser olvidadiza y no sentir miedo.

Cabe señalar que el caso de Jo Cameron fue publicado por el British Journal of Anesthesia, el cual asegura que seguirán realizando estudios al genoma de la mujer, para acercarse a la creación de métodos que permitan aliviar el dolor postquirúrgico y también acelerar la curación de heridas.