El astrónomo de la U. de Chile, César Fuentes, se refirió a las posibilidades de que los restos del cohete chino Long March 5B, lanzado el 29 de abril desde Wenchang, en la provincia china de Hainan, caigan en Chile.

Recordemos que el cohete lanzó el módulo central no tripulado de la Estación Espacial Tianhe (Armonía Celestial) a la órbita baja de la Tierra. Posteriormente entró en una órbita temporal, preparándose para una de las mayores reentradas incontroladas de la historia.

Es por esto que algunos expertos temen que pueda aterrizar en una zona habitada, ya que la parte principal de Long March 5B no ha sido diseñado para ser dirigida, por lo que no tiene una trayectoria para caer en el mar en un punto predeterminado.

En ese sentido, Fuentes explicó que es posible que caiga en Chile, “junto con cualquier lugar entre el norte de Europa y el sur de Chile”. No obstante, el también Ph.D en Astrofísica de la Universidad de Harvard agregó que las probabilidades son sumamente bajas.

“Esta es una zona sumamente amplia, por lo tanto estadísticamente es bien baja la probabilidad que lo haga en territorio chileno, y más baja aún que vaya a afectar a alguien”, explicó.

“Debiera sobrevivir un pequeño porcentaje de este cohete la caída y luego el quemarse en la atmósfera por roce con esta misma, por lo tanto las probabilidades son aún menores y va a ser un pedazo más bien denso que va a afectar un punto, lo que hace aún más difícil que vaya a afectar a una persona o un edificio habitado”, puntualizó.

Anteriormente, el astrofísico Jonathan McDowell, del Centro Harvard y Smithsonian de Astrofísica de Cambridge, en Estados Unidos, había señalado que la posibilidad más probable es que la etapa principal caiga en un lugar deshabitado, “como los océanos de la Tierra, que cubren el 70 % del planeta”.

“Las probabilidades de que un individuo concreto sea golpeado por los desechos espaciales son excesivamente bajas, estimadas en su día en 1 entre varios trillones”, añadió en una entrada del sitio Space News.