Ya no queda nada para que en nuestro país podamos ser testigos de un eclipse total de Sol, evento astronómico que tendrá lugar el martes 2 de julio.

Entre la zona sur de la Región de Atacama y la Región de Coquimbo, se verá durante más de 2 minutos y treinta segundos la ocultación del Sol por la Luna, produciéndose en ese momento la totalidad del eclipse.

Sin embargo, además este fenómeno podrá observarse, con diferentes porcentajes de oscuridad, desde la ciudad de Arica hasta Punta Arenas.

Diversas historias han girado en torno a este tipo de eventos, las que incluyen a importantes e históricos personajes como protagonistas.

Una de ellas sucedió en febrero de 1504, cuando un eclipse le ayudó a Cristóbal Colón a salvar su vida y la de su tripulación.

Luego de descubrir accidentalmente América, el navegante genovés hizo tres viajes más al nuevo continente.

Tal como recoge el periódico ABC de España, en la cuarta y última de estas expediciones, Colón comenzó a recorrer la costa de Centroamérica, llegando a Jamaica el 25 de junio de 1503. Debido a una tormenta en la playa de Santa Gloria, las naves terminaron con serios daños, por lo que cerca de 20 personas debieron sobrevivir gracias a los trueques con los nativos, quienes los alimentaban mientras los europeos esperaban por ayuda.

No obstante, Antonio Bernal, divulgador y astrónomo del Observatorio Fabra de Barcelona, mencionó que ninguna embarcación venía a recogerlos, por lo cual los indígenas dejaron de prestar ayuda.

Esto llevó a Colón a planear una ingeniosa estrategia para resolver el conflicto a su favor. Al momento de zarpar de Europa en 1502, el navegante llevó consigo una copia del almanaque que había publicado el matemático y astrónomo alemán, Johannes Müller von Königsberg.

Aquella publicación contenía las tablas astronómicas desde 1475 hasta 1506, aportando con información muy valiosa sobre el Sol, la Luna y los planetas.

Gracias a esta obra, Colón sabía que el jueves 29 de febrero de 1504 ocurriría un eclipse lunar total, por lo que tres días antes se reunió con el líder de los nativos para informarle que su Dios cristiano estaba sumamente enfadado debido a que su pueblo había dejado de brindar comida a él y a sus hombres.

Superluna de sangre de enero de 2019 | Kevin Winter | Agence France-Presse
Superluna de sangre de enero de 2019 | Kevin Winter | Agence France-Presse

Según agregó Colón, para demostrar su malestar, el dios teñiría a la Luna con sangre y llamas, impidiendo además que el Sol volviera a salir. Fue así como la noche de ese jueves comenzó el eclipse, apareciendo una Luna rojiza que provocó desesperación y alarma entre los aborígenes, quienes a diferencia de otras culturas, tenían nulo conocimiento de astronomía.

Desesperados por recuperar la Luna, los indígenas pidieron a Colón que lograra un acuerdo con el Dios. Finalmente, tras hacer una supuesta reunión, y calcular el fin del eclipse, el descubridor de América “logró” devolverles la Luna blanca y brillante.

Esta artimaña le permitió salvar a sus tropas, ya que los indígenas los alimentaron hasta su partida por el Caribe el 29 de junio de 1504.