El Telescopio del Horizonte de Sucesos (EHT) reveló este miércoles la primera prueba visual directa de la existencia de un agujero negro supermasivo y su sombra.

El histórico hallazgo fue anunciado a través de seis artículos publicados en una edición especial de The Astrophysical Journal Letters.

Esta histórica imagen constituye “la prueba más directa” jamás obtenida de la “existencia” de estos cuerpos celestes, explicó el astrónomo Frédéric Gueth, director adjunto del Instituto de Radioastronomía Milimétrica de Europa, que participó en el proyecto.

A continuación revisaremos tres preguntas claves -respondidas por Gueth- en torno al hito astrónomico logrado gracias a una colaboración internacional, que incluyo al Proyecto ALMA ubicado en el norte de Chile.

1- ¿Cómo fue posible esta hazaña?

“Durante las observaciones del Telescopio del Horizonte de Sucesos (o Event Horizon Telescope, EHT, en inglés), todos los telescopios milimétricos del planeta se unieron para realizar la misma observación, rigurosamente al mismo tiempo.

Combinando todos los telescopios, una técnica denominada interferometría, se obtiene una antena virtual con un tamaño equivalente al de la Tierra.

La unidad milimétrica resulta ser la mejor longitud de onda para el estudio de los agujeros negros puesto que atraviesa la nube de polvo que los rodea. Lo que no es el caso, por ejemplo, del infrarrojo”.

2- ¿Qué se ve en la imagen revelada el miércoles?

“Por definición, un agujero negro no puede verse. Y nunca se podrá ver.

Pero sabemos que el disco de acreción –la materia que rodea el agujero negro y que comprende gas extremadamente caliente y restos de estrellas descompuestas por el entorno gravitacional– es relativamente brillante.

Esta materia puede ser detectada antes de ser engullida por el agujero negro. La idea era pues observar el agujero negro por contraste.

Lo que vemos en la imagen es la sombra del punto de ‘no retorno’ (bautizada horizonte de los sucesos) de un agujero negro sobre el disco de acreción brillante.

Estas observaciones permitieron determinar que el agujero negro supermasivo de la galaxia M87 tenía una masa 6.500 millones de veces superior a la del Sol, un radio de 22 microsegundos de arco y que giraba en el sentido de las agujas del reloj.

Desde la Tierra, lo vemos a 60º”.

3- ¿Qué viene después?

“Como todo funcionó muy bien en 2017, ¡desde luego que volveremos a empezar!

El Telescopio del Horizonte de Sucesos seguirá evolucionando en los próximos años, sobre todo con la integración de nuevos telescopios al proyecto: Noema, la segunda estación más sensible, implantada en los Alpes franceses, y el Greenland, en Groenlandia.

Esta imagen confirma claramente los modelos de agujeros negros en rotación. Observamos exactamente lo que habíamos previsto. Esto nos satisface.

La clave ahora será definir la densidad exacta de la materia que hay en torno al agujero negro, comprender mejor el campo magnético cuyo papel es fundamental y la manera en que gira la materia en el disco”.