Un equipo de científicos detectó las ondas gravitacionales generadas por la colisión de agujeros negros más grande y lejana detectadas alguna vez.

Tal como recoge el medio australiano ABC, este enorme choque creó un nuevo agujero 80 veces más grande que el Sol, a unos 9 mil millones de años luz de distancia.

Y no sólo eso, ya que además los investigadores descubrieron las señales provenientes de otras tres fusiones de agujeros negros.

Este importante hallazgo, registrado el 29 de julio de 2017, fue realizado por un equipo internacional conformado por el Observatorio de Ondas Gravitacionales por Interferómetro Láser (LIGO) de Estados Unidos y la Universidad Nacional de Australia (ANU).

“Nunca se había observado dos agujeros negros girando tan rápido en una fusión. También es, por mucho, la más lejana observada”, afirmó Susan Scott, profesora de la institución oceánica.

Archivo | NASA
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Anteriormente, entre el 9 y 23 de agosto de 2017, se habían hallado otras tres colisiones de agujeros negros pero a una distancia de entre 3 mil y 6 mil millones de años luz.

En estos casos, el tamaño de los agujeros negros resultantes fue de 56 a 66 veces más grandes que el Sol.

“Procedían de cuatro sistemas binarios de agujeros negros diferentes que se rompen e irradian fuertes ondas gravitacionales hacia el espacio”, agregó Scott.

Según explicó, estos hallazgos permiten mejorar nuestra comprensión “de cuántos sistemas binarios de agujeros negros hay en el Universo, así como el rango de sus masas y qué tan rápido giran los agujeros negros durante una fusión”.