Si hiciste click en este artículo es porque probablemente más de una vez quedaste hipnotizado por un video que te mostraba unas manos cortando jabón o esa magnífica espuma floral, cuyo sonido te cautivó tanto que no pudiste parar de verlo.

La exquisita sensación de ver y escuchar estos videos responde al ya famoso ASMR, el acrónimo de la versión en inglés de “Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma”, un término que se refiere a los “orgasmos cerebrales” que te entregan un relajo, que puede estar acompañada por un hormigueo desde la cabeza hasta el final de la espina dorsal, consigna El País.

Comenzó a ser un fenómeno de internet cuando varios usuarios comenzaron a ofrecer a través de Youtube videos en los que susurraban, cepillaban cabello, dejan caer pastas, rascan la rejilla del micrófono o cualquier acción que muestre una actividad con un sonido que te ponga la piel de gallina.

Y ahora, está fuera de control, desde mini documentales hasta entrevistas con actrices como Margot Robbie en formato “ASMR” se multiplican en la web, generando adicción en quienes son susceptibles a esta sensación, pero por qué tiene tantos seguidores.

¿Qué es el ASMR

?

En el video pudiste ver como Margot indica susurrando al micrófono que su sonido de infancia es el de un cuchillo esparciendo mantequilla sobre una tostada.

La experiencia que te brindó ese sonido es lo que se conoce como ASMR, un término que curiosamente no fue acuñado por la ciencia, sino que más bien por un foro de Facebook, antes de 2010, destacó GQ.

En resumen, se trata de material audiovisual hipnótico, aunque para algunos más osados se puede definir como que “alguien te hace el amor a través de los oídos” con sólo un click.

Se transformó en un fenómeno cuando Youtube se llenó de videos que buscaban generar en los usuarios una respuesta ASMR, con creadores de contenidos que fueron a ganar en la guerra de las visualizaciones con videos que eran grabados con cámaras de alta definición y micrófonos ultra sensibles para captar hasta el más ínfimo detalle de la acción que se está realizando, destaca El Mundo.

Sin apelar al humor, la diversión, el debate o la actualidad, estos “youtubers del ASMR” que son en realidad “role players” ya que generan esta respuesta de forma intencional, llegaron a meterse en la lista de los canales más vistos de la plataforma de Google con su neutralidad y capacidad de generar adicción.

Un ejemplo de la popularidad de estos videos es Makenna Kelly, la estrella del canal de Youtube de ASMR, Life with MaK, que cuando tenía sólo 13 años en 2019, podía ganar cerca de mil dólares por día gracias a sus contenidos, destaca Business Insider.

Otro, un poco más extremo, es Jane ASMR, una coreana que supera los 12 millones de suscriptores en su canal de Youtube y que podría embolsar a su bolsillo unos 6 millones de dólares anuales, gracias a su colorido contenido en el que prueba diversos dulces que seducen los sentidos.

ASMR ¿una terapia?

Usualmente, las personas que son fervientes seguidores del ASMR en internet declaran que una de las razones para ver estos videos constantemente, es porque les ayuda a dormir mejor y reducir la ansiedad, disminuyendo el estrés en sus vidas.

Pese a que la tendencia está hace muchos años online, recién en 2015 investigadores comenzaron a tomarse en serio este fenómeno.

De acuerdo a El Confidencial, los primeros fueron los psicólogos de la Universidad de Swansea en Reino Unido, Emma Barratt y Nick Davies, quienes estudiaron cuál era la motivación para que las personas se hicieran adictos a este tipo de videos, realizando una investigación que consideró a 475 voluntarios.

Los investigadores destacaron “El ASMR puede ser inducido, en aquellos que sean susceptibles, por un conjunto de detonantes bastante consistente”, refiriéndose precisamente esos sonidos o acciones que desencadenan esta sensación de placer y relajación, como el susurro, que fue la primera elección del 75% de los participantes, cuando se les consultó qué era lo que buscaban en Youtube.

Le siguen la “atención personalizada” cuando los creadores de contenido siempre hablan de “tú” y los sonidos crujientes, donde entran aquellos videos en los que vemos a personas teclear, doblar papel o cortar algunas cosas.

Barrat y Davies también revelaron que hay beneficios en el ASMR para quienes prefieren estos videos, ya que mejoran su ánimo y los síntomas del dolor, sugiriendo que incluso, podría ser una potencial terapia, como la meditación o el mindfullness.

Sin embargo, a juicio del neurólogo y coordinador del comité de nuevas tecnologías de la Sociedad Española de Neurología, Álvaro Sánchez Ferro “El ASMR no tiene una base científica sólida”, esto porque si bien existen estudios, la gente que participa en ellos va predispuesta a sentirlo, destaca El País.

Sánchez también indica que “sabemos que la sugestión es muy potente. Por ejemplo, cuando hacemos ensayos clínicos de las migrañas, casi un 40% del efecto beneficioso se produce por un placebo”.

Además, el neurólogo destaca que “la gente puede estar muy necesitada de estrategias de relajación porque vivimos en un mundo muy estresante” añadiendo que muchas terapias sicológicas consideran todos de voz pausados, susurros o sonidos que te apartan de las preocupaciones y te centras en otro tipo de sensaciones, por lo que no ve mucha diferencia entre el ASMR y otras estrategias de relajación.

El lado del ASMR que no todos conocen

Como el yin-yan, el ASMR también tiene su lago oscuro, ya que como no existen muchas investigaciones científicas que avalen su eficacia contra la ansiedad, dejarse llevar por esta sensación como “terapia” puede ser engañoso, destaca GQ.

La revista también recuerda el documental de Netflix, Follow This, en el que reporteros de Buzzfeed News iban en busca de la explicación a ciertas temáticas populares en internet. El documental, que ya no está disponible en la plataforma, sugiere que excitarse con este tipo de sonidos podría ser síntoma de un desorden mental.

Otro factor negativo a considerar es la Misofonía, un trastorno que es lo contrario del ASMR, ya que las personas que lo padecen sufren una respuesta negativa al escuchar ciertos sonidos, lo que se puede manifestar en irritación o directamente violencia.

Un estudio denominado “A Large-Scale Study of Misophonia” realizado por los holandeses Rouw Tomke y Erfaian Mercede postula que aproximadamente el 50% de los voluntarios que reportaron sufrir misofonía eran también capaces de disfrutar el ASMR, aunque no fueron capaces de concluir cuáles eran las causas que generaban la misofonía.

Por el momento, no existe una verdad clara para la ciencia sobre el ASMR, su origen y si es posible que sea una terapia, ya que es un fenómeno joven y aún faltan investigaciones científicas que puedan dar respuestas a estas y otras interrogantes del ASMR.