El festival internacional Santiago a Mil, una cita ineludible para los amantes de las artes escénicas, ofrecerá en la próxima edición que se celebra en enero más de 60 espectáculos procedentes de 25 países con un foco especial en las mujeres creadoras.

La coreógrafa sudafricana Dada Masilo y su espectáculo Swan Lake; la fotógrafa y escritora francesa Sophie Calle, que traerá su exposición Prenez soin de vous; o el actor Tim Robbins, con su obra de teatro The New Colosses sobre la emigración, son algunos de los espectáculos que se ofrecerán del 3 al 20 de enero en la capital chilena y ciudades como Valparaíso o Concepción.

En la cartelera se anuncia el colectivo alemán She She Pop, compuesto sólo por actrices, u Oratorium, una performance que interpelará al público y lo hará replantearse cómo la propiedad privada es adictiva y puede perjudicar las relaciones humanas. También desde Alemania llegará la directora Verena Regensburger con Luegen, composición escénica en la que una actriz sorda interactúa con el público para descubrir la construcción de la verdad.

Procedentes de la región, el grupo de actrices argentinas Piel de Lava montará su recién estrenado trabajo Petróleo. Reconocidas por sus temáticas feministas, esta vez interpretarán a cuatro hombres que trabajan en un yacimiento en la Patagonia, para indagar en la construcción del género y los estereotipos.

“Queremos poner a las artes en el diálogo sociopolítico de nuestros países”, dijo Carmen Romero, directora ejecutiva de Fundación Teatro a Mil, en la presentación del programa de la 26ª edición de este festival que quiere convertirse en una referencia mundial, a la altura de citas como Avignon en Francia o Edimburgo en Escocia.

“El público siempre ha sido el eje principal de nuestro quehacer. A través de una programación que se conecta con los cambios que está experimentando el mundo y nuestro país, queremos provocarlos, sorprenderlos y hacerlos reflexionar”, sostuvo Romero.

De Latinoamérica, además de Argentina, se presentarán obras de Perú, Colombia o Bolivia. Y es que el festival pretende ser una “platea que posicione las artes escénicas de América Latina en el mundo”, dijo Romero.

En la última edición más de 350.000 personas asistieron a los espectáculos que ofreció el festival, de las cuales más de 300.000 lo hicieron gratis.