El viernes 17 de agosto, el exvocalista de Los Tetas, Camilo Castaldi, conocido en el circuito como Teas Time, firmó la suspensión condicional del proceso judicial en su contra que comenzó el 1 de julio de 2016, cuando su expareja Valentina Henríquez lo acusó de violencia doméstica en el marco de una denuncia por redes sociales.

De acuerdo a los tribunales, el músico no podrá acercarse a la casa de su ex en dos años, además de fijar domicilio y realizar un taller de música para niños de un colegio vulnerable.

“Lo que más difícil me resultó sobrellevar fue el juicio público (…). He leído harto sobre feminismo y en Argentina han avanzado mucho, una vez escuché que algunas sostienen que están en una etapa donde ya dejaron atrás las funas. Respetan el debido proceso y una vez que la denuncia se confirma, con una sentencia, ellas activan las funas”, comentó Castaldi en diálogo con el diario La Tercera.

En la publicación, el músico aseguró estar en rehabilitación, viviendo con su madre, escribiendo dos libros (una autobiografía y un texto de ficción), y trabajando en su “refundación musical”, ahora bajo otro seudónimo: El Muerto, chapa con la que estrenará nuevo disco bajo el alero del productor francés Box Delamente.

Con la perspectiva del tiempo, Castaldi se refirió a los emplazamientos de sus propios colegas músicos una vez que se hizo pública la denuncia por violencia. Como Álex Anwandter, que condenó el hecho en redes sociales con un extenso texto.

“Álex Anwandter, según supe, estuvo metido en un tema complicado de una acusación grave de un grupo que él producía (Me llamo Sebastián) y parece que ahí no emitió opinión. Se nota que son artistas que están preocupados de su bolsillo, son artistas comerciales que están preocupados de cómo levantar su nombre sin importar a costa de quién y cómo”, comentó

Sobre lo mismo, se declaró dolido por la reacción de sus excompañeros de Los Tetas, que tras respaldarlo mediante un comunicado, luego optaron por expulsarlo de la banda.

“Más que me expulsaran de la banda, que puedo entenderlo, lo que me dolió fue que ellos nunca se preocuparon de mí. Éramos amigos, o al menos nos conocíamos hace 20 años, lo que puede ser toda una vida para una persona. Fuimos colegas y amigos y nunca intentaron saber cómo estaba. Eso me dolió mucho más que la expulsión del grupo”, reconoció.

“Vi que se fijaron en la letra de Papi dónde está el Funk, pero no se apuntó a la parte en que cantaba yo. Se tildó a una parte de la letra como misógina, pero no era la que yo escribía ni cantaba”, agregó.