El libro, escrito en rimas por la cuenta cuentos Paulina Jara Straussmann, suena especialmente melodioso para ser leído en voz alta, señala la autora que invita a convertir la escritura y el relato en una herramienta de autocuidado y sanación.
Por Carlos Salazar S.
Una invitación a regresar a ese lugar seguro de la infancia realiza el poemario ilustrado “Latidos de mi nostalgia” obra de la escritora y cuenta cuentos, Paulina Jara Straussmann. El texto, ilustrado por Alexis Segovia ( https://www.instagram.com/alexissegovia.o/ ) y publicado por Ediciones Mac-Kay, releva la importancia del amor y el cuidado en el desarrollo de una infancia feliz como el cobijo al cual siempre regresar durante la edad adulta:
“Un lugar que está colmado de olores y sabores, un espacio de dicha y paz. Ese lugar que todos atesoramos en nuestras almas y que soñamos para nuestros hijos”, define Jara.
Latidos de mi nostalgia “es un libro muy nostálgico, con la añoranza de volver a habitar, ahora con la madurez de la experiencia, un espacio que se ha quedado pegado en mi memoria, como una segunda vivienda del espíritu”, agrega.
La escritora trabaja con escolares desde primero a cuarto básico en el Colegio San Ignacio El Bosque. A los cursos de preescolar les cuenta cuentos de Navidad, Semana Santa y otras fiestas como parte de su oficio de narradora infantil al que considera un regalo de la vida.
“Es un gran privilegio trabajar con niños, por el cariño y la alegría que ellos te regalan. Además, puedo conocer de cerca el alma infantil, sabiendo sus intereses y motivaciones.” Paulina Jara agrega: “El narrarles cuentos me permite, a la vez, anticipar sus reacciones y probar distintos tipos de relato. Creo que, gracias a eso, mis relatos de humor son tan apreciados por ellos”.
Una fotografía de la niñez
El poemario Latidos de mi nostalgia también es descrito como una “fotografía poética” de la infancia de la escritora como sentimiento compartido para lectores de toda edad y escrito en rima, considerando la posibilidad de ser leídos también en voz alta, señala la cuenta cuentos.
Para la escritora, escribir es un ejercicio terapéutico que ayuda a combatir tristezas profundas. Y, como espacio de conocimiento y sanación, es una actividad que recomienda ampliamente.
“Desde niña la escritura ha sido para mí un medio de expresar mis vivencias, el dolor, la tristeza y las alegrías. Incluso ahora, que soy adulta, cuando me siento abrumada, escribo un cuento en verso que sea divertido, para animarme y cambiar de estado de ánimo. Muchas veces, ese cuento, logra también arrancar sonrisas y entretener a mis lectores”.
Confiesa que la separación de sus padres, cuando era niña, la marcó mucho. “El sufrimiento padecido en mi infancia me ha permitido empatizar con la problemática de muchos niños y niñas que experimentan, al igual que yo cuando niña, una infancia difícil”. De ahí la importancia de haber tenido mucho amor en esos primeros años.
Paulina Jara confía en la llegada que pueda tener en las personas este “diario de vida intimista” y generar, así, un respiro dentro del cotidiano. Invita al lector a vivenciar otra forma de vivir ese día a día:
“Este poemario es la pausa poética de una vida agitada, es la nostalgia por las cosas simples y valiosas. Es un viaje a lo relevante, a lo imperecedero. Quisiera que todos los lectores a través de estas páginas puedan regresar a ese lugar seguro de su infancia, un lugar que está colmado de olores y sabores, un espacio de dicha y paz, ese lugar que todos atesoramos en nuestras almas y que soñamos para nuestros hijos”.
Lectura en rimas
En torno a la ductilidad de la lectura en rimas, la evidencia educativa sostiene que exponer a los niños a la lectura en este formato de sonidos que se repiten fortalece la conciencia fonológica, la autoconfianza a la hora de aprender a leer y escribir.
La educadora y jefa de la carrera de Pedagogía en Educación Diferencial de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Carolina Pizarro, agrega que la actual política nacional del libro y la lectura favorece este tipo de textos en rima. Esto, porque abren el mundo de la lectura a nuevas audiencias que escogerán títulos por esta lírica entretenida, propia de los libros ilustrados y en rima.
“Todo lo que tenga que ver con rimas es algo que fascina a los niños y tiene un importante rol en su proceso de aprender a hablar cuando son pequeños. Contribuye fuertemente en ámbitos de la lectoescritura y la comprensión lectora. Esto genera las estructuras necesarias para adentrarse en la pasión de leer y su posterior beneficio para desenvolverse en un mundo exigente desde diversos ámbitos cognitivos”, advierte.
Latidos de mi nostalgia
Texto: Paulina Jara Straussmann
Ilustraciones: Alexis Segovia Olguín
Poemario infantil
Dimensiones: 25 x 18 cm
40 páginas
Editorial Mac-Kay