No sólo de Pablo Neruda en Isla Negra. También las playas de Vicente Huidobro en Cartagena. Las de Nicanor Parra en Las Cruces. Las del poeta Jonás en El Tabo. Las del pintor José Balmes en El Quisco. Las de Violeta Parra bañándose alguna vez en estas playas que llegan hasta Algarrobo por el norte. Las arenas del Litoral de los Poetas se están robando. Algunos le llaman el “oro amarillo”. Y la fiebre es peor que la de California en 1848. Es el Litoral Central 2020. Acechado por la pandemia, las tomas de terrenos y también por las inmobiliarias. Hasta un alcalde fue removido de su cargo por influencia en la extracción de áridos en la localidad de las Cruces. El balneario de Nicanor Parra en la comuna de El Tabo. Así, el fértil entorno ambiental de los poetas y artistas chilenos se convierte poco a poco en terreno yermo del “Cartel de la arena”.

Por Marcel Socías Montofré

Típica miseria del Chilean Way. Mientras en Europa, Asia, África y Oceanía le rinden homenaje, calles y plazas al premio Nobel de Literatura Pablo Neruda, en las playas chilenas donde escribió sus últimos versos –y tal vez los mejores como en “Canto General”- se están robando la arena. De las playas. En serio. No es verso.

Marcel Socías (c)

Ni siquiera se requiere -aunque sobran- de muchos legajos, documentos o tribunales para darse cuenta. Tampoco hay que desclasificar documentos de la CIA. Es suficiente con un somero y fácil análisis con Google Earth para ver cómo las imágenes realizadas por satélites muestran la constante disminución de las zonas de playa por efecto del Cambio Climático, fenómeno que se acrecienta exponencialmente con el robo de la arena y la destrucción de dunas para construir edificios de última generación, pero que poco a poco degeneran el medio ambiente, amenazan los humedales (santuarios naturales supuestamente protegidos), provocan la desaparición de la flora y fauna nativa, hacen desaparecer las napas subterráneas y finalmente arrasan con las playas del Litoral de Los Poetas.

De hecho, en la imagen de Google Earth se puede apreciar que las únicas playas que van a quedar en los próximos diez o veinte años serán algunas de El Tabo y Tunquén en Algarrobo. De El Quisco y Cartagena ni hablar.

En síntesis: mejor apúrese en venir a conocer la casa de Pablo Neruda en Isla Negra. Está quedando poco.

Ruta de los Poetas

Extraña evolución del Litoral de Los Poetas desde que un nieto de Vicente Huidobro -ese extraño y espectacular poeta chileno más conocido en Francia que en Chile- lo sumara a la nomenclatura cultural chilena.

Desde Cartagena fueron muchas las iniciativas que buscaron salvar este litoral de las artes (siempre recordada y querida la cruzada de Poli Délano), sus santuarios naturales y patrimonio arquitectónico. También desde Las Cruces hay esfuerzos. En la propia Isla Negra. En el Quisco y también desde Algarrobo se suman constantes iniciativas. Quijotescas y sinceras organizaciones sociales y culturales. Pero es una lucha de David contra Goliat. Se enfrentan a los clásicos sospechosos de siempre: intereses políticos cruzados por negocios familiares. Y de pasada entrando el narcotráfico.

Entonces todo se convierte en una suerte de novela de Gabriel García Márquez. Esa imagen apocalíptica de un Macondo arrasado por la ambición humana. Pero en Macondo fue el banano. El plátano. Aquí es la arena. Para beneficio de pocos, que a la vez son de familias de la zona, que a la vez y casualmente tienen parientes trabajando en los municipios. Incluso algunos son elegidos concejales. Y hasta Alcaldes.

Pasa de todo. Pero pasa de todo sólo en las estructuras municipales. Los vecinos del lugar son buena gente. Incluso hay excepciones políticas por reconocer en términos de rigurosidad periodística. Como la única concejala que se esmeró en El Tabo por demostrar los ilícitos municipales. Gracias a ese esfuerzo en febrero de este año fue destituido Emilio Jorquera en El Tabo.

De hecho, mientras todo Chile se sumía este año en el profundo invierno del Covid19 -por ahí por marzo de 2020- aquí en El Tabo no había alcalde. Se pasaron semanas peleando por intereses cruzados. Pero no necesariamente cruzados contra las cifras del entonces ministro de Salud, Jaime Mañalich. Sino cruzados por intentar a toda costa –fuera quien fuera el elegido nuevo alcalde- evitar una profunda auditoría en la Municipalidad de El Tabo.

Ahora en septiembre pasó el invierno. Autorizaron los viajes interregionales. Estamos en primavera. Brotan las semillas de la Uchuva o Golden Berry. Pero la profunda auditoría a las arcas municipales de El Tabo sigue pendiente.

Llega a ser tan cinematográficamente burda la corrupción que se han robado hasta máquinas retroexcavadoras desde la propia municipalidad y “la investigación sigue pendiente”. Hasta aparecieron 1.140 cajas con mercadería destinadas a los vecinos más necesitados de El Tabo en la casa del concejal Ricardo Zurita.

¿Qué paso? Usted ya conoce la respuesta. Es típica de Chile: “es un tema que se está investigando”.

Sigue pendiente.

Son muchas las voces que se suman aquí para protestar por las mafias de todo tipo. Las del narcotráfico. Las de cigarrillos que provienen de Paraguay. La multiplicación de las tomas. La mafia del silencio. El silencio por miedo a las mafias. Las que se roban las arenas y pagan el almuerzo del día por cada saco. Aquí los niveles de desempleo llegan a ser dramáticos, como en toda zona netamente turística del mundo.

“Hago lo que sea”, escriben muchos en las Fan Page de cada balneario. Esa suerte de Feria de las Pulgas digitales para comprar, vender, tranzar, sociabilizar, denunciar y finalmente convertirse en una suerte de periódicos en versión Chile del Big Data.

Eso del duopolio o monopolio de los medios de comunicación aquí no existe. La gente se informa por la radio, por Facebook y hasta por WhatsApp.

Pero imaginación sobra. Hasta hay escenas como en las películas de Tarantino.

Escenas como en ese conocido guion año 2020 en las comunas arrasadas por el narcotráfico en Santiago de Chile. Pero en versión costera. Como la escena del 29 de mayo de este 2020, cuando hicieron estallar fuegos artificiales a menos de cien metros de la casa del actual alcalde de El Tabo, Alfonso Muñoz. Extrañamente o por extraña casualidad, a las pocas semanas Alfonso Muñoz fue “expulsado” del Partido Socialista comunal.

Denuncias van y vienen

Pero no es el único caso de “turismo político” en la comuna del poeta Jonás (Jaime Gómez Rogers, gran poeta, ingratamente olvidado por los antologistas y editoriales chilenas). Por ejemplo el alcalde Emilio Jorquera –destituido por estar relacionado con empresas extractoras de arena- se pasó sin problemas de la UDI al PPD. A la fronda política de la zona le da lo mismo. Están claros que lejos de las cámaras de los noticieros centrales de Santiago de Chile nadie en el mundo se entera. Exquisita impunidad.

Aunque, claro, eso en la anquilosada mentalidad política de los caciques locales. Porque reportajes en redes sociales, sobre todo en Facebook y YouTube, sobran para denunciar la corrupción en el Litoral que habitaron los poetas Pablo Neruda, Nicanor Parra y Vicente Huidobro. Con una advertencia, eso sí, no son precisamente poéticos.

Son denuncias serias y bien documentadas de corrupción. Incluso un excelente reportaje de las periodistas Sofía Errázuriz y Carmen Paz Pemjean -Primer Lugar del Premio ETECOM- que ya en 2016 denunciaban el robo de arena:

La situación no ha cambiado mucho. Un video exclusivo del medio digital El Ojo de El Tabo muestra de manera indesmentible que aquí se disfruta tanto del sol como de la impunidad:

Si, por cierto, a nivel nacional e internacional podrían parecer un tema local. ¿A quién le importa? Vienen las elecciones en Estados Unidos, el plebiscito de octubre en Chile y hasta es seguro que venga una nueva versión del iphone. Hasta viene la próxima entrega del Fondart y mejor quedarse callado. Es el Litoral de Las Artes y Los Poetas. Aunque se nota sólo por la señalética del tránsito. Mucho más no se sabe. Aunque sí se sabe que por lo menos desde 1990 vienen prometiendo millonarios recursos para potenciar el atractivo turístico, patrimonial, artístico, ecológico y hasta arqueológico de la zona, con las culturas aborígenes de los Bato y los Lloelleo.

Pero todo eso sigue pendiente. Desde hace 30 años.

Imagen a partir de Google, Marcel Socías (c)

¿Qué opinan los Parlamentarios?

Tampoco se sabe mucho qué opinan los diputados de la zona. Al menos no se les ve comentando del tema en los matinales. Y son muchos: María José Hoffmann Opazo, Osvaldo Urrutia Soto y Andrés Celis Montt de Chile Vamos; Rodrigo González Torres y Marcelo Díaz Díaz del pacto La Fuerza de la Mayoría; Víctor Torres Jeldes del pacto Convergencia Democrática; y Camila Rojas Valderrama y Jorge Brito Hasbún del Frente Amplio.

Por lo menos así lo avisa la página de Wikipedia de Chile para todo el mundo, a propósito de la fallida iniciativa de rebautizar como Poeta Pablo Neruda el aeropuerto de Santiago de Chile.

También en el Senado de Chile hay representantes de la zona: Francisco Chahuán Chahuán, de RN, Ricardo Lagos Weber, del PPD, Isabel Allende Bussi del PS, Juan Ignacio Latorre Riveros de Revolución Democrática y Kenneth Pugh Olavarría, independiente pro RN.

Más bien son los vecinos de aquí los que se pronuncian a diario. Los cientos de excelentes artistas, los emprendedores, los vecinos fundadores, los jubilados, la gente de abolengo aristocrático y los esforzados médicos, profesores, ingenieros, abogados y otros profesionales de clase media que cuota a cuota compraron a través de una cooperativa su residencia en esta tierra. Y también en la cooperativas de empleados y obreros. Gente que levantó esta zona mucho antes de Pablo Neruda. Cuando Isla Negra se llamaba Las Gaviotas.

Azarías Muñoz Zúñiga (c)

Por eso es vox populi el robo de la arenas por las noches.

Si hasta el poeta Pablo Neruda se dio cuenta ya en el lejano 1964, cuando también denunciaba, como ahora en septiembre de 2020 miles de vecinos, el robo de arena:

Tal es la denuncia del poeta Pablo Neruda al respecto: “…la segunda asignatura pendiente es la recuperación ecológica de las playas y esteros de Isla Negra, lo que haremos deteniendo la extracción de arena de manera definitiva. Hecho que comenzamos a denunciar en la primera Declaración de Isla Negra en 1964, que contó con el apoyo de los poetas Pablo Neruda y Thiago de Mello”.

Eso fue en 1964. Estamos a 2020. Hoy el paisaje que inspiró a Pablo Neruda es apenas un roquerío. Desapareció gran parte de la playa.

Por eso extraña que a nivel nacional la discusión sea en torno al machismo de Neruda y engaños varios. Extraña que sea bandera de lucha de revisionistas, tradicionalistas, fundamentalistas, académicos y todo ese universo paralelo que es el Chile de las alturas. Ese Santiago que es Chile.

Para los vecinos del Litoral de Los Poetas hay temas más terrenales y urgentes. Hay desempleo. Mucho. También hay cruzadas ecológicas, como para la comunidad de Algarrobo urge detener la arremetida de las inmobiliarias.

Hay mucho por contar. Sería lindo contar de todo esto a quienes disfrutan ese eslogan de “Chile país de poetas”. Contar en las grandes universidades y organizaciones de Estados Unidos, Asia y Europa -donde se investiga con sincero afán de rescate la obra de Pablo Neruda, Nicanor Parra o Vicente Huidobro- que se destruye y roba algo tan fundamental para todo poeta como su medio, su arena y su paisaje.

Ojalá alguien les avise. Alguien que comparta y les avise pronto. Se están robando hasta la arena.