Amor, pasión, renuncia y tragedia, una de las óperas inmortales de Giuseppe Verdi llega al Municipal, con la historia de Violetta y Alfredo en un melodrama de amor y sacrificio, que sigue siendo el tema favorito, no sólo de los amantes del género lírico “belcantista”, sino que también de las historias románticas que llegan al corazón.

Esta obra, es un melodrama sinónimo de “operístico”, que habla de amor y sacrificio. Sin duda que “La traviata”, basada en la novela “La dama de las camelias” de Alexandre Dumas, con libreto de Francisco María Piave, es una de las óperas favoritas del público: las grandes arias escritas para la soprano protagonista, el tenor y el barítono son de gran popularidad. Verdi es uno de los compositores más exitosos en la historia de la ópera y, varias de sus obras, incluyendo “La traviata”, están en la lista de las obras líricas más representadas. Esta versión muestra a un músico más maduro, reflejado en la solidez de sus personajes y con una música que se impone.

El Teatro Municipal de Santiago ya ofreció el estreno de esta cuarta ópera de la temporada 2016,en su versión internacional, en co producción con el Teatro Colón de Buenos Aires, oportunidad en que el destacado artista local Pablo Núñez tiene a su cargo la dirección de escena, escenografía y vestuario, en una sólida expresión de calidad en todos los aspectos, con mucha capacidad para darle un magnífico tono visual, elegante, muy de época y muy ad hoc a la propuesta romántica de lo que es la obra que concibió Alejandro Dumas con su “Dama de las Camelias”

En la dirección musical, a cargo de la Orquesta Filarmónica de Santiago, realiza una buena conducción, su titular, el director ruso Konstantin Chudovsky junto al elenco internacional de cantantes, en que destacan, junto al, una vez más, excelente coro que dirige Jorge Klastornick, la soprano rusa Nadine Koutcher, en el rol de Violeta Valery y sus compatriotas, el joven tenor Sergey Romanovsy, como el enamorado y apasionado Alfredo Germont y el laureado barítono Igor Golovatenko, como su severo progenitor, Giorgio Germont.

Los tres protagonistas estuvieron en un buen nivel, aunque en el acto inicial fueron paso a paso entrando en su mejor tono expresividad, partiendo por el siempre bienvenido “Brindis”, que encontramos un poco frío. Nadine,eso sí, desde un comienzo lució su voz cuidada y dulce, sola o en duo con su Alfredo en “Un di, felice” y la famosa aria “Sempre Libera”.

El comienzo de la parte medular de la obra, permitió escuchar a lo mejor de Romanovsky con “Di Miei bollenti spiriti” y luego vinieron la excelencia del barítono Golovatenko con “Di Provenza il mare”, importante aria que se prestó mucho para su lucimiento. Junto a la soprano Koutcher ofrecieron un emotivo y completo duo que parte con “Pura sei como un angelo”.

En el trágico desenlace de esta tradicional ópera, hay que mencionar la solides de la soprano, cuando se despide de esta vida, con “Addio del passato” y a todos con el “Pariggi o caro”.

Los restantes intérpretes estuvieron en buen nivel, principalmente Jeanethe Munzenmayer como Flora, Sonia Vásquez, como Annina y, también, Leonardo Navarro como Gastón, Rodrigo Quinteros como el Barón Douphol, Ramiro Maturana como el Marqués de D’Obigny, Matías Moncada como el Doctor Grenvil, Claudio Cerda como Giuseppe, Felipe Ulloa como el Sirviente de Flora y Augusto de la Maza, en el rol de Mensajero.

Elenco
Director musical: Konstantin Chudovsky
Director de escena, escenografía y vestuario: Pablo Núñez
Iluminación: Ricardo Castro
Movimientos coreográficos: Georgette Farías

Elenco Internacional
Violetta: Nadine Koutcher
Alfredo: Sergei Romanovsky
Giorgio: Igor Golovatenko
Flora: Yeanethe Münzenmayer
Gastone: Leonardo Navarro
Barón Douphol: Rodrigo Quinteros
Marqués D’Obigny: Ramiro Maturana
Doctor Grenvil: Matías Moncada
Annina: Sonia Vásquez
Giuseppe: Claudio Cerda
Sirviente de Flora: Felipe Ulloa
Mensajero: Augusto de la Maza