“Todas las mujeres lo conocen: siempre esperan que todo acabe mal.” (pp 181)

Isabel Babou Garib (Santiago, 1984) es actriz y escritora, de poesía y de cuentos. La tailandesa es su primera novela. En ella entrega un relato agobiante, que escarba en recuerdos y frustraciones, en decisiones -o la falta de ellas- erradas. Todo ello desde un día presente donde su mundo se derrumba y todo puede cambiar. Pero con altas probabilidades de “que todo acabe mal”.

La tailandesa es una novela donde permanentemente lo exterior y lo interno de Diana, la protagonista, se reflejan, entran en conflicto, hieren. Duelen. Un ejercicio que tiene en Diana su contrapartida en Nancy, con quien mantiene una larga relación de amistad, manipulaciones, envidias y cosas no dichas.

La tailandesa

Diana es una actriz que, al poco tiempo de recibirse, vuelve a su colegio como profesora. Como “tallerista”, dicen unas colegas. Un lugar donde se entrampa, se posterga.

Diana tiene a Nancy Soto, “su mejor amiga”. Amiga desde la infancia, desde el colegio. Actriz, como ella, pero exitosa, muy exitosa. Manipuladora, que no siempre juega limpio.

“Quería evitar que nos compararan. A mi cuerpo con el suyo. Al de ella esbelto con el mío fofo. A su culo firme con el mío plano, a mis caderas gruesas y rollizas como las de todas las mujeres de mi familia.” (pp 78)

Diana y Nancy se necesitan y, por debajo, compiten. En una predomina la envidia, en la otra el aprovechamiento. Una luce, la otra está en las sombras.

“Era mi salvavidas: no relacionarme demasiado y evitar formar parte de cualquier grupo. Nunca me gustaron los grupos. Nunca me sentía parte de ninguno, ni dentro ni fuera del colegio.” (pp 133)

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Nancy tuvo un hijo, algo calculado. Diana no pudo, y muchas veces se hace cargo del hijo de Nancy.

“Las emociones sirven para hacer daño. Todas deberían estar permitidas, aunque se nos enseñe lo contrario. Pensé en cómo el cuerpo es un efecto.” (pp 101)

Diana acaba de terminar una relación traumática.

“Sentir la mano de él sobre mi cabeza y dejar la mía sobre su espalda por efecto de la gravedad, por efecto del peso de los cuerpos. Tocarnos ya no por deseo si no por costumbre. Por goteo, acariciarnos poco a poco, escarbar yo en mi cabeza las razones, los motivos, las preguntas que encerraban los días sin sentido que sucedían entre nosotros.” (pp 131)

Diana practica -en secreto- boxeo tailandés. Una forma de fortalecer su cuerpo y su autoestima. Aprender a ser autosuficiente, a soportar el dolor.

“El dolor me pide soltarlo y no puedo, no soy capaz de quitarme esa camisa”. (pp 176)

“El arma es la forma de mi rabia.” (pp 174)

La tailandesa es un largo relato de la protagonista que se prepara para actuar en el acto de aniversario del colegio donde trabaja. Volverá a ser actriz, a estar en un escenario, después de muchísimos años. Y quiere hacer algo propio, ser ella, no lo que quiere el “guion” de la directora.

Escenario y ring

La tailandesa es un relato tortuoso, insistente, la búsqueda de un camino, de una salida al estancamiento laboral, emocional y, en especial, de realización personal. Es una búsqueda dura, dolorosa. Que no persigue el “éxito”, sino un lugar en el mundo y un centro en ella misma.

Es un enfrentamiento interior y con su entorno para reafirmarse, para ser ella. Para dejar de postergarse. En ese enfrentamiento entran su expareja, su mejor amiga, el colegio donde trabaja, su madre… todo.

Baboun hace confluir la mitología griega y romana, la Ilíada y Clitemnestra (con el asesinato de Agamenón), feminismo y las tortuosas historias de su pareja y de Nancy. Un gran escenario para transformar a una mujer opaca en una luchadora que se prepara para subir al escenario como si fuera un ring. Aunque es posible que “todo acabe mal.”

Un libro que, en mi caso, poco a poco atrapa e invita al escenario/ring.

Portada de La tailandesa
Tusquets Editores

La tailandesa

Isabel Baboun
Tusquets Editores

Editorial Planeta Chilena S.A.
Abril de 2023, Santiago de Chile.