A 10 años de la peor tragedia provocada por la crecida del Bío Bío, las comunas aledañas al río junto al gobierno y la empresa privada, trabajan intensamente para lograr un plan que permita prevenir nuevas inundaciones

En 36 horas, es decir en un día y medio, cayeron 360 milímetros de agua que colapsaron canales, esteros y ríos, anegando casi a toda la provincia, y sobre todo, a los sectores ribereños del principal caudal regional.

A 10 años, se podría pensar que todo está resuelto, sin embargo aún existen estudios de la DGA y reuniones entre la Intendencia regional, la autoridad local y la empresa privada, que tiene planes de emergencia que no son más que eso… planes.

Las personas que vivieron la tragedia recuerdan que llovió durante 15 horas seguidas. En Alto Bío Bío, Quilaco y Santa Bárbara acusan hasta hoy la apertura de las compuertas de Ralco y Pangue, sin embargo lo cierto es que, una vez más, la naturaleza azotó a los chilenos.

En conversación con Radio Bío Bío, el intendente, Rodrigo Díaz, confirmó que en el próximo consejo de Gobierno Regional se trabajará la propuesta de los jefes comunales cordilleranos, que en definitiva será un sistema de alerta temprana.

Se trata de un plan que tiene 3 ejes, los que fueron compartidos con Endesa. En la ocasión comprometieron su apoyo en la compra de equipos de telecomunicaciones para estar conectados durante el año y para prevenir desgracias, así también lo indicó el alcalde de Santa Bárabara, Daniel Salamanca.

Un apoyo que fue compartido por el alcalde de Quilaco, Rolando Tirapegui, quien reconoció que el trabajo entre todas las partes ha sido lento.

Tras conversar con las autoridades está claro que existe una labor para evitar una nueva desgracia, sin embargo, ésta sigue estancada en una y otra reunión sin concretarse.

Los vecinos siguen esperando sin que se respeten los acuerdos tomados y sin que el Estado garantice su seguridad, cuestión que fue criticada por el representante del sector La Suerte, Claudio Gutiérrez.

Consultado sobre el plan para 2016 ante las lluvias pronosticadas, Endesa detalló, a través de una respuesta formal a la Radio, que “se aplicará la Ley de Embalses, que considera a Ralco como “Embalse de Control de Crecidas”, lo que conlleva a manejar anticipadamente su nivel, con el fin de evacuar controladamente el recurso hídrico antes que se presente la crecida. Para ello se practica la simulación de crecidas con Onemi, DGA y otras empresas relacionadas”.

Agrega que en relación a lo ocurrido el año 2006, el agua evacuada por la central Ralco de Endesa Chile no afectó la crecida que se produjo en la hoya intermedia del río Bío Bío, desde la presa Pangue, ubicada aguas abajo de Ralco, se evacuaron del orden de 3.400 m3/s, y en la zona de Concepción el caudal llegó sobre los 14.000 m3/s. La cuenca intermedia aguas abajo de Pangue aportó más de 11.000 m3/s”.

Más allá de buscar culpables sobre lo ocurrido en 2006, lo cierto es que todos los habitantes que viven cerca del Bío Bío aún no cuentan con algo físico, material. Algo que al menos les avise que desde la cordillera se abrirán las compuertas.