Hasta este jueves, Bernado Zapata de 27 años, permanecía preso preventivo en la cárcel de Osorno tras ser imputado del crimen de Rodrigo Lillo de 21 años, hecho ocurrido en octubre de 2015.

Sin embargo y tras 6 meses de guardar silencio, su padrastro se entregó en la Fiscalía reconociendo ser él el autor del disparo y que un pacto familiar le había impedido hablar antes.

La información fue confirmada a Radio Bío Bío por la propia fiscal jefe de Osorno, María Angélica de Miguel.

Señaló que fue el defensor de Zapata quien llegó hasta el ministerio público junto al padrastro, quien allí confiesa que tras verse envuelto en el crimen acordó con su pareja y el hijo de la misma, que nadie diría nada por algunos meses, ante lo cual el más joven accedió.

A pesar de que Jose Concha quien actualmente figura como imputado estaba dentro de las personas presentes al minuto del crimen, no se había reunido mayor prueba que lo sindicara como el autor material.

Consultado sobre el pacto en el que el joven decide acceder a ser acusado, la persecutora señaló que conforme a la versión de los involucrados, fue por temor a represalias por parte de los parientes de la víctima, por lo que primero, Concha debía asegurar la salida de su familia de Osorno.

Los hechos ocurrieron el 3 de Octubre de 2015, cuando una disputa entre la familia de la víctima y la de los imputados al interior de Población Vista Hermosa se trasladó hasta la intersección de calle Walterio Meyer con San Luis donde fue baleado Rodrigo Lillo de 21 años.

Si bien el joven fue trasladado hasta el Hospital de Osorno aún con vida pero gravemente herido, se terminó de constatar su muerte al cabo de unas horas.

Consultada la fiscal jefe de Osorno si Bernardo Zapata -el primer imputado- será sobreseído, explicó que la investigación continúa ya que se sabe que estaba presente al minuto del crimen, por lo que restaría determinar a partir de ahora es el grado de participación.

Tras la actual formalización, Juan Concha quedó en prisión preventiva, mientras que Bernardo Zapata fue dejado en libertad pero con medidas cautelares, ampliándose la investigación en 120 días.