Al menos siete personas, incluidos cinco asaltantes, murieron el jueves en explosiones y tiroteos en el centro de Yakarta, unos ataques que, según la policía, podrían ser obra de un grupo vinculado con la organización Estado Islámico (EI).
Dos kamikazes se hicieron explotar en un barrio de la capital indonesia que alberga varias agencias de la ONU y embajadas.
Aunque se desconoce por ahora la identidad de los asaltantes, el presidente Joko Widodo denunció de inmediato unos actos “terroristas”.
“Hay una fuerte sospecha de que (los ataques) son obra de un grupo en Indonesia vinculado con el EI. Por lo que vemos hoy, se trata de un grupo que sigue el ejemplo de los atentados de París” del 13 de noviembre, declaró a la AFP un portavoz de la policía, Anton Charliyan.
Las fuerzas de seguridad anunciaron recientemente haber desbaratado un atentado suicida planeado en Año Nuevo por un grupo con presuntos vínculos con el EI.
El jueves murieron “cinco terroristas” y dos civiles, un holandés y un indonesio, declaró el ministro de Seguridad, Luhut Panjaitan.
La embajada de Holanda no confirmó esta información, pero indicó que uno de sus ciudadanos resultó herido y tuvo que ser hospitalizado.
La policía, que había pedido a la población tras los ataques que permaneciera en sus casas por el peligro de que hubiera tiradores sueltos, afirmó más tarde que todos los asaltantes habían sido neutralizados.
“Ahora la situación está bajo control”, dijo el portavoz de la policía de la capital indonesia, Muhamad Iqbal.
“Como un sismo”
Iqbal también indicó que cinco policías, un civil extranjero y cuatro indonesios resultaron heridos.
Según varios testigos, el ataque se inició poco después de las 10H30 (00H30 de Chile). Algunos habitantes indicaron que hubo al menos seis explosiones, no lejos del centro comercial de Sarinah.
“Escuché una fuerte explosión, como un sismo, y bajamos todos” a la calle, contó a la AFP Ruli Koestaman, un hombre de 32 años que se encontraba reunido cerca del lugar.
“Vimos que el [café] Starbucks de al lado también había sido destruido. Vi a un extranjero, un occidental, con la mano mutilada, pero vivo”, añadió.
La cadena estadounidense de cafeterías anunció el cierre de todos sus establecimientos en Yakarta hasta nuevo aviso.
“Todo el mundo se congregó y un terrorista llegó y empezó a disparar contra nosotros y el Starbucks”, prosiguió Koestaman, agregando que el atacante disparó también contra un periodista.
Varias fotografías muestran los cuerpos ensangrentados de dos personas -al parecer civiles- en una avenida, cerca de una garita de la policía totalmente destruida.
“No fue un atentado suicida, más bien, según testigos, un artefacto que fue arrojado, una bomba o una granada”, declaró a Metro TV Charliyan, en alusión a la explosión que destrozó ese puesto de policía.
Regresos de Siria
La policía indonesia estaba en alerta máxima durante las fiestas de Año Nuevo, tras haber desbaratado el proyecto de atentado suicida en Yakarta.
En diciembre, detuvo a cinco personas sospechosas de pertenecer a una red próxima al EI y a otras cuatro vinculadas con el grupo extremista Jemaah Islamiyah, autor de varios atentados en Indonesia.
Las fuerzas del orden se incautaron entonces de material para la fabricación de explosivos así como de una bandera inspirada en el EI.
Los extremistas islamistas pretendían atacar comisarías, centros comerciales, grupos chiitas minoritarios y miembros de la unidad de élite de la policía antiterrorista, según las fuerzas de seguridad.
Según la policía, el EI había lanzado una advertencia enigmática antes de los ataques del jueves. “El aviso decía que habría un concierto en Indonesia y que estaría en todas las noticias internacionales”, informó Charliyan.
Indonesia, el país musulmán más poblado del mundo, fue precipitado en su propia “guerra contra el terrorismo” tras los atentados de Bali en 2002 (202 muertos). Pero el archipiélago no había registrado ningún otro gran atentado desde el que dejó nuevo muertos en julio de 2009 en varios hoteles de lujo en Yakarta.
“Sabemos que el EI quiere proclamar una provincia en la región”, explicó Kumar Ramakrishna, analista de la escuela de Estudios Internacionales S.Rajaratnam de Singapur.
Según el gabinete de consultantes Soufan Group, entre 500 y 700 indonesios que se alistaron en las filas del EI en Siria han regresado al archipiélago.