Dirigentes de la Nueva Mayoría explicaron su ausencia del Te Deum del próximo domingo, que será encabezado por el cuestionado arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati.

Continúa la polémica respecto a si el prelado debiera marginarse de la tradicional ceremonia que se realiza en el marco de la celebración de Fiestas Patrias.

Recordemos que Ezzati ha sido duramente criticado luego que se revelaran una serie de correos electrónicos que intercambió con el también cardenal Francisco Javier Errázuriz, donde cuestionaban a personalidades al interior de la Iglesia Católica, como también a Juan Carlos Cruz quien es una de las víctimas de Fernando Karadima.

Desde La Moneda, el ministro vocero Marcelo Díaz aseguró que entienden y conocen el debate que se ha generado alrededor de los hechos. No obstante, aseguró que como Gobierno les corresponde actuar “institucionalmente”, limitándose a confirmar la presencia de la presidenta Michelle Bachelet y su gabinete en pleno.

Por su parte el presidente del PDD, senador Jaime Quintana, adelantó que no participará de la ceremonia religiosa ya que aseguró que prefiere “mil veces escuchar la homilía del párroco de mi pueblo”.

En ese sentido, la timonel del PS, Isabel Allende, explicó que viajará a la región de Atacama a pasar los días feriados, por lo que también se restará del Te Deum. Sin embargo, Allende advirtió que el Arzobispo de Santiago Ricardo Ezzati aún le debe una explicación al país por lo que ha ocurrido con estos correos y su contenido.

En tanto el presidente del Senado, Patricio Walker, confirmó que asistirá a la actividad religiosa en la Catedral de Santiago, sin perjuicio de que mantiene su postura crítica sobre lo sucedido con el líder de la Iglesia Católica.

La polémica se generó luego que se publicaran una serie de correos electrónicos, en los que se advierte una especie de coordinación, y estrecha comunicación entre el Arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, y su antecesor, el cardenal Francisco Javier Errázuriz.

En estos mails, ambos analizan dos situaciones incómodas para un sector de la Iglesia Chilena: Que el jesuita Felipe Berríos pueda convertirse en capellán de La Moneda, y que Juan Carlos Cruz, víctima de Karadima, forme parte de una comisión del Vaticano.

Ante el primer caso, el de Berríos, Errázuriz escribió que el ex ministro, y lobbista, Enrique Correa, le aseguró que transmitiría de inmediato la preocupación de los religiosos, ante lo que consideraron podría transformarse en un “gran e innecesario conflicto”.