Durante su visita a Osorno, la presidenta Michelle Bachelet fue interpelada por comunidades indígenas, quienes acusaron a funcionarios e incluso a parlamentarios por no estar trabajado con ellos. No obstante, fue un periplo tranquilo.

Atrás quedó la visita de la presidenta Michelle Bachelet a la provincia de Osorno. Durante este martes llegó a Llanquihue, liderando una serie de ceremonias protocolares, alejada de la vorágine capitalina, repleta de cuestionamientos al manejo político, con encuestas que muestran bajas en su aprobación de carácter sostenido, con críticas desde la oposición y también de la Nueva Mayoría, además de investigaciones judiciales en las que incluso está involucrado su propio hijo, Sebastián Dávalos.

Al parecer la provincia de Osorno resultó ser un bálsamo de buena energía para la mandataria. No se tocó nada de los reales problemas, todo fue aplausos de las comunidades de Puyehue y San Pablo, comunas tradicionalmente saltadas por el centralismo, que pocas veces reciben la visita de una presidenta.

Con un amplio despliegue de seguridad, sin concebir por protocolo una conversación con la prensa local para tratar temas de máxima preocupación en la zona, un desaire a primera vista, la presidenta Bachelet aisló la contingencia nacional, aún cuando de todas formas tuvo comunicación de algunas necesidades locales.

A su llegada, en el aeropuerto Carlos Hott Siebert, fue recibida por el intendente Leonardo de la Prida, pero también por el alcalde Jaime Bertín, quien inició el ritual de los ediles de la provincia, de entregar carpetas a la mandataria.

En la comuna de Osorno, la situación del puente San Pedro tuvo especial relevancia, según reconoció el jefe edilicio.

Otro que entregó carpeta fue el alcalde de Purranque, Héctor Barría, principalmente para pugnar porque su comuna sea la sede del Centro de Formación Técnica estatal anunciado y que fue proyecta en primera instancia en Chiloé.

Según aseguró el alcalde Barría, nada está dicho, solicitando un mejor trato con la provincia de Osorno.

Por otra parte, en Entrelagos, la presidenta Bachelet destacó la condiciones en infraestructura del centro asistencial ubicado en el lugar, anunciando que a fines de octubre debiera comenzar a operar el nuevo Servicio de Alta Resolutividad, que contará con rayos X y laboratorios.

Sin embargo, hizo ver que es uno de los primeros de Chile en contar con telemedicina, el que según explicó el alcalde José Luis Queipul, comunica con centros hospitalarios regionales y provinciales, evitando largos trayectos a los enfermos.

En la oportunidad, Bachelet mostró su apoyo además a la remodelación del liceo Las Américas, lo cual coloca presión a los ministerios involucrados en la aprobación de los recursos involucrados.

En San Pablo, en tanto, la puesta en marcha de la segunda etapa del la conectividad para zonas rurales y comunidades indígenas también fue celebrada, sobre todo por las personas que viven en zonas rurales, como Inés Macaya, presidenta del Centro General de Padres de la escuela San Pedro de Cantiamo, que dijo que tanto niños como adultos mayores aprovecharán la llegada de internet.

Por su parte, el subsecretario de Telecomunicaciones Pedro Huichalaf explicó que el proyecto beneficia a más de 1.200 comunidades en todo el país, siendo tres operadores de telefonía los encargados de iluminar las zonas rurales, con costos rebajados, a lo que se suma el establecimientos de puntos de internet gratuitos en varios puntos de la comuna de San Pablo.

Ambas ceremonias, en Puyehue y San Pablo, estuvieron marcadas por la presencia de comunidades indígenas, que entregaron petitorios a Michelle Bachelet.

Fue en San Pablo donde el presidente del Consejo de Comunidades Indígenas Elías Huanquilen le enrostró a la presidenta el actuar de personeros y parlamentarios de la Nueva Mayoría en la región, a los que acusó de no estar trabajado junto a ellos. Más tarde, el dirigente escribiría en la red social Facebook que sus dardos estaban dirigidos especialemente al senador Rabindranath Quinteros.

Frente a ello, Bachelet deslindó la situación hacia el ámbito regional, explicando curiosamente que su potestad está en el ámbito nacional, dejando todo en manos de la intendencia.

Huanquilen explicó además que se le invitó a una trawun o reunión a desarrollarse en alguna fecha próxima, para tratar el petitorio de desarrollo que se le entregó, pues la principal preocupación está en la proliferación de solicitudes de aprovechamiento de agua y de uso mineros, que dicen amenazar su territorio, así como la llegada de hidroeléctricas y la situación de las plantaciones forestales y los efectos del decreto 701.

Según el dirigente, la presidenta mostró predisposición a participar, dejando todo en manos de la coordinación a nivel regional.

Así fue la visita de la presidenta Michelle Bachelet a la provincia de Osorno, sin referirse a los temas de importancia nacional. De seguro a nivel local se preparó una agenda que la protegiera, que le permitiera alejarse de la catarsis de la capital y de las críticas a su gestión, quizá por eso la mandataria calificó a la comuna de Puyehue como un paraíso, ese del cual ha estado alejado por varios meses.