Impacto generó un video en donde un grupo de niños apedrea una multitienda en Santiago, luego de ser sacados del recinto al ser sorprendidos intentando robar.
Los menores, según relataron testigos del incidente a un canal de televisión, son parte de una conocida banda de “mecheros” que opera en el sector.
El hecho encendió las alarmas. Lo que más sorprendió de este caso fue la edad de quienes cometían el delito. De hecho, según se supo, el menor de ellos no superaba los siete años, mientras que la mayor, y líder del grupo, sólo tenía trece. Algo que, según coinciden autoridades y expertos, “dice mucho de la sociedad en la que estamos viviendo”.
Justicia al debe
El seremi de Justicia de la Región de Coquimbo, Carlos Galleguillos, no quedó indiferente ante esta situación que si bien ocurrió en Santiago, podría haber ocurrido en cualquier otra parte, ya que, según él mismo reconoce, el problema es a nivel país en donde tendríamos una cuenta pendiente con los niños en situación vulnerable.
“Aquí no se puede desconocer la problemática y lo que muestra ese video lo reafirma. Hay muchos niños que se están criando en un entorno en donde a diario se enfrentan a temas como las drogas y crecen con la idea de que el delito es una conducta normal”, puntualiza.
Además, la autoridad atribuye casos como este a la alta tasa de deserción escolar existente en Chile. “Evidentemente el que los niños dejen de ir al colegio influye en su conducta, en una escuela ellos entran en un ambiente más normal, crean otro tipo de intereses y tienen menos posibilidades de entrar en dinámicas delictivas. Por eso también es que nuestros esfuerzos como Gobierno apuntan a eso, a la reinserción escolar”, sostuvo.
Consultado respecto a quién es el que falla cuando vemos a un niño delinquiendo el seremi es categórico. “Aquí fallamos todos, la sociedad completa. Falla la familia, el entorno educacional que no pudo lograr que el menor se mantuviera en el colegio. Hay una falla general de nuestro sistema y cuando ocurren este tipo de hechos, se nos enciende esa voz de alerta para incrementar los esfuerzos y revertir esto”, sostiene Galleguillos.
Problema de origen
El sociólogo de la Universidad Católica del Norte, Manuel Escobar, coincide con el seremi y asegura que el entorno social en donde crecen los menores claramente determinará su conducta. Sin embargo, pone el acento en el rol que debiese cumplir la familia en este tipo de casos.
“A veces es en las mismas familias en donde los padres o hermanos mayores tienen estos comportamientos y los más pequeños los imitan, pero otras veces no. En estos casos, la familia debe tratar de generar los espacios en donde se puedan soslayar estas dificultades que existen en el entorno. Recordemos que antes que el barrio, antes que la población misma en donde está inserto el menor, la primera institución socializadora de las personas es la familia y es desde ahí donde se reproducen los valores éticos, fundamentalmente de orden social”, sostiene el sociólogo.
Pero el sociólogo va más allá, y además del entorno y la responsabilidad de las familias, sitúa las causas de esta creciente violencia en la niñez, en la desigualdad existente a nivel país. “Todo tiene que ver con eso, todas las situaciones de violencia, no sólo la de los niños del video, tienen que ver con el concepto de desigualdad en general de la sociedad chilena”, manifiesta Escobar.
Aún hay tiempo
Pero así como sorprende la edad de los que niños “mecheros” de Santiago, al mismo tiempo, ésta también entrega una cuota de esperanza. Claro, según los especialistas, mientras más pequeño un menor sea intervenido en su conducta, más posibilidades tiene de salir del mundo de la delincuencia.
Así lo consigna la psicóloga Marisol Urrutia. “Es en esta etapa de la infancia cuando están comenzando a desarrollar sus actitudes. Lo más probable es que en este caso, si un menor de 7 años delinque, en su familia o en su entorno social esto haya sido internalizado como algo normal por él, y no conozca otra realidad, pero si se le muestra otra realidad, el niño tendrá la posibilidad de entrar en otras dinámicas que son las aceptables socialmente”, explicó.
¿Mal enfoque?
La psicóloga, reconoce que el Estado efectúa esfuerzos en términos de la prevención del delito en menores, sin embargo, discrepa con el enfoque que, según afirma, se le estaría dando a las políticas en este sentido, ya que, tratarían reinsertar a un menor que, nunca habría estado inserto en el sistema.
“Aquí es fundamental que se cambie el enfoque. Se debería trabajar en la prevención y en la psicoeducación en cuanto a la delincuencia desde más temprana edad y de acuerdo a las características del desarrollo del niño. Además, es importante que se trabaje con ellos, en su contexto real, no sacándolos de su contexto”, expresó.
Además añadió que “lo que se tiende aquí es a hacer campañas que están muy alejadas de los niños, tratando que se comporten como adultos, y yo creo que ese no es el camino. Hay que situarse en el mismo lugar de ellos y desde ahí comenzar a elaborar todas las políticas en donde no se hable de una reinserción sino más bien de una inserción del niño, porque en concreto, la mayoría de las veces cuando un niño delinque, nunca ha estado inserto en el sistema”, manifestó la psicóloga.
Postura del Sename
Urrutia además cuestiona el rol de instituciones como el Sename ya que según dice, “muchas veces estas instancias tienen un rol más castigador que otra cosa”. Aquello, no es compartido por el seremi de Justica Carlos Galleguillos, quien enfatiza en que “el Servicio Nacional de Menores juega un rol fundamental. Claro, muchas veces se dice que se podría hacer algo más y eso nosotros lo compartimos, pero el trabajo se hace”, sostiene.
En ese sentido, el defensor regional Alejandro Viada, si bien reconoce los esfuerzos, admite que lo que él vislumbra desde afuera es que faltan recursos. “Los medios muchas veces no permiten dar la atención que corresponde (…) Por supuesto que si los hogares no están en condiciones, vamos a terminar con personas que serán delincuentes juveniles”, subrayó Viada.
Responsabilidad de los padres
Según explica el Defensor regional Alejandro Viada, si bien en este caso en donde los niños son menores de 14 años, edad en la que comienzan a regirse bajo la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente, los delitos no siempre quedan impunes, ya que en algunos casos los padres deben hacerse responsables civilmente.
“Si bien la responsabilidad penal no es traspasable, en el caso en que haya algún daño, el juez puede determinar que los padres se hagan cargo de los daños provocados por el menor”, indicó.
A su vez, Viada detalló el procedimiento que debe seguirse cuando son los niños quienes cometen los delitos. “Aquí es la autoridad debe poner a los menores a disposición de los Juzgados de familia inmediatamente. Allí se resuelve quiénes son los responsables, se busca a los padres de los niños, y de constatarse que el niño no tiene una red familiar de apoyo, entran a operar los hogares del Sename, que en ningún caso son centros privadores de libertad, sino de internación”, concluyó Viada.