Los ganaderos de Francia volvieron a bloquear este jueves muchas carreteras del país para protestar por la caída de los precios y mostrar su descontento con el plan de ayuda urgente al sector que anunció el gobierno.
Las manifestaciones, que habían comenzado en el oeste del país, se extendieron al centro y al centro-este, donde los ganaderos paralizaron carreteras con sus tractores, una forma de protesta muy perjudicial para el turismo en un periodo de partida de vacaciones.
El gobierno prometió el miércoles un plan de ayuda de 600 millones de euros para ayudar a los ganaderos a afrontar la caída de los precios del sector.
Los manifestantes cerraron las tres principales vías de acceso a Lyon (centro-este), la segunda área urbana de Francia, y los sindicatos agrícolas anunciaron que el movimiento seguirá durante la jornada del jueves.
El presidente del poderoso sindicato de agricultores Fnsea, Xavier Beulin, dijo en la radio Europe 1 que no descartaba nuevas acciones “en los dos o tres próximos días”.
En los últimos días, los ganaderos impidieron el acceso a ciudades, puertos e incluso lugares turísticos como el Monte Saint-Michel para alertar sobre su mala situación.
Una combinación de factores, como cambios en los hábitos alimentarios, un estancamiento de la demanda china y el embargo ruso sobre productos occidentales a raíz de la guerra de Ucrania, han hecho caer los precios de productos como la leche y la carne de vacuno y cerdo.
Ante la magnitud de la crisis, el presidente francés, François Hollande, decidió visitar este jueves la ciudad de Dijon para reunirse con los responsables de los sindicatos agrícolas.
El movimiento de protesta también recurrió a otros métodos, como en Brive-la-Gaillarde, donde unos 200 agricultores vertieron purín durante la noche en varios supermercados y proveedores de restaurantes.
Los ganaderos consideran que las grandes cadenas de distribución son las mayores responsables de la caída de los precios de sus productos.
Un informe encargado por el ministerio de Agricultura y publicado el miércoles también culpa a los mataderos de frenar el aumento de los precios que pedían los ganaderos.
El primer ministro francés, Manuel Valls, instó a los mataderos y a la gran distribución a aplicar un acuerdo para aumentar de forma progresiva los precios que pagan a los ganaderos por sus productos.