Los ministros de Finanzas de la zona euro tendrán de nuevo el sábado en Bruselas una cita “crucial” y “decisiva” para cerrar un acuerdo entre Grecia y sus acreedores que evite al país heleno declararse en default.

“Decidimos que debemos continuar trabajando porque el tiempo apremia y el Eurogrupo del sábado tiene una importancia decisiva”, dijo la canciller alemana, Angela Merkel, la madrugada de este viernes al terminar el primer día de una cumbre del bloque.

“Considero que esta reunión del sábado es crucial porque estamos cerca del límite” del 30 de junio, día en que vencen el programa de rescate de Grecia y un pago al Fondo Monetario Internacional, dijo por su parte el presidente francés, François Hollande.

Los jefes de Estado y de gobierno rehúsan inmiscuirse en el pulso entre Atenas y sus acreedores -UE y FMI- sobre las reformas y ajustes fiscales que piden al gobierno griego a cambio de los 7.200 millones de euros bloqueados desde hace casi un año y vitales para hacer frente a un vencimiento del Fondo el 30 de junio.

“No podemos implicarnos en discusiones técnicas”, dijo Merkel, “sólo podemos subrayar la voluntad política de llegar a una solución, y ésta se expresó claramente” el jueves.

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, que busca en cambio que el acuerdo se selle al más alto nivel político, no hizo comentarios al salir de la cumbre.

De esta manera, los ministros de Finanzas se reunirán para discutir el mismo tema por quinta vez en poco más de una semana.

En el encuentro que celebraron el jueves, examinaron dos propuestas rivales, una de Grecia y otra de sus acreedores, sin poder tomar una decisión, y pidieron a las instituciones consignatarias, según una fuente europea, “integrar si es posible” las posiciones griegas a sus propuestas.

“Los griegos deberán decir sí o no” a esta nueva versión, agregó.

Después del anuncio de que las negociaciones serán retomadas el sábado el euro caía en los mercados asiáticos a un nivel de 1,1184 dólares y 137,89 yenes, frente a un nivel de 1,1206 dólares y 138,53 yenes cotizados en la tarde del jueves en Nueva York.

IVA y pensiones, principales escollos

Los temas que bloquean siguen siendo principalmente los mismos: el nivel del IVA y las pensiones, así como la deuda, que rondará este año 180% del PIB, un nivel considerado insostenible.

En sus propuestas, filtradas a la prensa, las instituciones acreedoras piden prohibir las jubilaciones anticipadas -ahora se puede hacer a los 52 años- y que en 2022 la gran mayoría de trabajadores griegos se jubile a los 67 años.

Asimismo, piden unificar el IVA en un 23%, salvo para la comida, la energía y el agua (13%), libros, teatro y medicamentos (6%), eliminando además los descuentos a los habitantes de las islas.

También piden a Atenas un superávit fiscal primario (excluyendo el servicio de la deuda) del 1%, 2%, 3% y 3,5% del PIB este año y los tres próximos, respectivamente.

En cuanto a la deuda, Berlín se opone a todo canje o reestructuración hasta que Atenas presente compromisos claros. Tsipras reclama lo mismo, garantías, pero de sus acreedores, así como para el financiamiento de los próximos meses. “Es el huevo y la gallina”, según una fuente europea.

Las propuestas griegas prevén un esfuerzo fiscal de 8.000 millones de euros en 2015 y 2016. El 93% de este monto provendría de alzas de impuestos y de cotizaciones sociales, y el resto de una reducción de gastos.

Grecia necesita un acuerdo con sus acreedores para recibir 7.200 millones de euros de su programa de rescate, bloqueados desde el verano boreal pasado por falta de consenso sobre las reformas y ajustes que piden sus acreedores.

Con ese dinero, Atenas podrá saldar al FMI el 30 de junio un pago de unos 1.500 millones de euros, que actualmente no puede efectuar por su cuenta, al tener las arcas vacías.