Miles de habitantes de Buenos Aires se vieron afectados en los últimos días por reiterados cortes de luz en plena ola de frío, de los que el gobierno responsabilizó este jueves a las empresas distribuidoras de energía.

El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, aseguró que “la capacidad de generación y transporte está garantizada” por lo que “el problema se encuentra en la distribución”, que está a cargo de las empresas privadas Edenor y Edesur.

Los cortes de suministro de energía se han transformado en los últimos años en un padecimiento habitual de los capitalinos durante el verano por las altas temperaturas, pero no solía ocurrir en pleno invierno austral, como esta semana que se han experimentado temperaturas entre cero grado en las mañanas y sin superar los 10 grados centígrados durante el día.

Vecinos de numerosos barrios de Buenos Aires se manifestaron la noche del miércoles bloqueando calles para reclamar que se les devuelva el suministro, cuando sube el consumo por la multiplicación de uso de aires acondicionados y estufas eléctricas.

Las empresas Edenor, de capitales argentinos, y Edesur, cuya mayoría accionaria pertenece al grupo español Endesa, a su vez controlado por el holding italiano ENEL, abastecen a 13 millones de usuarios entre Buenos Aires y su periferia, el mayor conglomerado del país.

“Estamos avocados a que se restituya el servicio lo más pronto posible”, dijo el jefe de Gabinete a los periodistas y recordó que las empresas de distribución son las que “tienen que responder”.

En medio de esta situación un sindicato de trabajadores del gas anunciaron una huelga que podría poner en riesgo la distribución del fluido.