Puede que la mayoría de las cosas simples de la vida las demos por sentadas: caminar, correr, bailar, o hasta tomar algo con las manos.

Pero para Edmar González, un niño mexicano de 5 años, incluso estas actividades en apariencia tan sencillas son verdaderos desafíos. Nació con una enfermedad denominada Osteogénesis Imperfecta (OI), más conocida como huesos de cristal, lo que torna su cuerpo en extremo frágil y susceptible a las fracturas.

Esto sumado al hecho de tener sus extremidades inusualmente cortas, le hacen casi imposible caminar y menos jugar al fútbol, que es su gran sueño, por lo que debe arrastrarse para poder moverse.

“Para él, es un niño como todos y como sus compañeritos ya saben que camina así, no hay ese complejo (la discapacidad)”, cuenta Alejandra Reyes Guerrero, abuela paterna de Edmarcito al diario mexicano El Norte desde la Ciudad de México.

“Una vez me dijo: ‘abuelita, ¿me das esto?’, y le digo ‘no, no te lo puedo dar’. Y me contesta: ‘cuando yo camine, yo solito voy a ir’”, agrega, como una muestra de su determinación.

Y precisamente, el 27 de mayo pasado y pese a tener más de 50 fracturas en su cuerpo, Edmarcito, como le dicen todos, dio un ejemplo de fortaleza al participar de un bailable folclórico regional junto a sus compañeros del Centro de Desarrollo Infantil (Cendi) “Rosa Villanueva”.

https://youtu.be/1Qp44o34S3k