El presidente estadounidense Barack Obama defendió de forma categórica este miércoles en un evento en Miami sus decretos para regularizar a millones de inmigrantes, luego de que un juez decidiera suspenderlos hasta que haya un fallo firme sobre su constitucionalidad.

El mandatario afirmó que sus medidas ejecutivas – que beneficiarían a unos cuatro de los once millones de inmigrantes indocumentados en el país – son “lo correcto”, y recordó que su gobierno apeló la decisión del juez de Texas que la semana pasada bloqueó su emblemática reforma migratoria.

“Es un solo juez federal. Hemos apelado muy agresivamente. Y vamos a seguir actuando tan agresivamente como podamos, no sólo porque la ley está de nuestro lado, sino porque la historia está de nuestro lado”, dijo el mandatario en la Florida International University en Miami, Florida, donde respondió a preguntas de activistas proinmigración.

Ante un público de casi 300 personas, Obama se refirió también en duros términos a los miembros del opositor Partido Republicano, quienes aprobaron en la Cámara de Representantes un presupuesto para el departamento de Seguridad Interior pero eliminando recursos para aplicar las medidas ejecutivas anunciadas por Obama.

El departamento podría cerrar parcialmente si el Congreso no llega a un acuerdo antes de la medianoche del viernes, cuando esa oficina se quedará sin dinero.

“En vez de tratar de usar políticamente el presupuesto del departamento de Seguridad Interior, que es tan importante para nuestra seguridad nacional, otorguen el dinero y dediquémonos a aprobar una reforma migratoria”, dijo Obama en el evento, transmitido por la cadena Telemundo.

Varios activistas le hicieron preguntas a Obama, sobre todo referidas a qué pueden esperar ahora para sus familiares indocumentados que podrían beneficiarse de lo decretos mientras están en suspenso.

“Estoy totalmente seguro de que estamos haciendo lo correcto”, dijo Obama, quien instó a las personas a seguir preparando sus papeles para registrarse en los programas una vez que estén disponibles.

Tras la decisión del juez de Texas, el departamento de Seguridad Interior suspendió la recepción de peticiones de los inmigrantes -que debían haberse iniciado la semana pasada- hasta que la situación legal quede definida.

Las medidas anunciadas por Obama en noviembre darían permisos temporales de residencia a ciertas categorías de inmigrantes sin papeles -padres de ciudadanos (DAPA) o jóvenes traídos de niños por sus padres, conocidos como “dreamers” (DACA).

Antes de viajar a Miami, donde permaneció apenas unas tres horas, Obama recibió la mañana del miércoles en la Casa Blanca a activistas a favor de la reforma migratoria, para reiterarles su confianza en que las medidas ejecutivas para aliviar la situación de los inmigrantes serán finalmente una realidad.

La visita de Obama a Florida tuvo especial significación, ya que este es el tercer estado norteamericanos con mayor número de indocumentados, más de 900.000, un tercio de los cuales podría beneficiarse de las medidas de Obama, según el centro de análisis Pew Hispanic.