El constructor japonés de automóviles Honda anunció el jueves un nuevo fallecimiento, esta vez en Malasia, provocado por la explosión de un airbag defectuoso de la compañía nipona Takata.
“Un airbag estalló de manera anormal y una mujer falleció” en un accidente ocurrido en julio, dijo a AFP un portavoz del grupo en Tokio.
En Estados Unidos ha habido cuatro muertes por la misma causa, dos de las cuales fueron confirmadas por Takata y Honda.
El constructor japonés, el cliente más importante de Takata, tuvo que llamar a revisión a millones de vehículos a causa de estos airbags fabricados en los años 2000 que pueden explotar violentamente y proyectar fragmentos de metal y de plástico contra los pasajeros.
Honda llamó este jueves a revisión otros 170.699 coches en todo el mundo, principalmente en Japón, la región Asia-Pacífico y Europa.
Takata explicó que el problema podría estar relacionado con el clima, porque la sustancia que sirve para inflar el airbag, el nitrato de amonio, se puede deteriorar si hay mucha humedad.
La prensa ha denunciado por su parte problemas en los controles de seguridad, en particular en la fábrica mexicana de Monclova.
La agencia estadounidense de seguridad en carretera (NHTSA) ha abierto una investigación sobre el caso e intenta establecer la responsabilidad de las dos compañías, de las cuales se sospecha que escondieron varios incidentes durante años.
En Estados Unidos hay también denuncias en marcha y dos senadores han pedido una investigación criminal del departamento de Justicia.
Según los analistas, se han llamado a revisión un total de 16 millones de vehículos por este problema, la mitad de ellos en Estados Unidos, de once marcas distintas, entre ellas Toyota, Nissan, BMW, Chrysler, Mazda, Ford, General Motors y Mitsubishi Motors.