Un tribunal canadiense ordenó a la gigante de las búsquedas pagar una compensación a una mujer, que acusaba a la empresa de transgredir su privacidad tras capturar una imagen suya mostrando su escote en Street View.

El caso fue iniciado por María Pío Grillo, una residente de Montreal quien en 2009 fue capturada por el servicio fotográfico de Google mientras permanecía sentada en la puerta de su casa, en una posición que “permitía ver parte de sus pechos”, describe el fallo judicial.

Según relata el blog de tecnología estadounidense GigaOM, dos años más tarde la afectada comenzó acciones legales para exigir a Google que difuminara la totalidad de la escena y no sólo su rostro, además de exigir una indemnización de 45 mil dólares (más de 26 millones de pesos chilenos), por el “daño emocional” sufrido tras la publicación de la foto.

Entre los problemas aludidos por Grillo, se encuentran las burlas de sus compañeros de trabajo en un “conocido banco de la ciudad”, los cuales habrían desencadenado en ella una depresión.

Google por su parte accedió a difuminar completamente la fotografía de su casa, pero se negó a pagar la suma exigida asegurando que la mujer se encontraba en un lugar público, y que sus padecimientos no estaban relacionados con su aparición en Street View.

En el fallo entregado esta semana, el tribunal dio la razón a Google respecto de que los problemas de la recurrente no tenían relación con la fotografía, cuestionando de paso el hecho de que la mujer se tomara 2 años antes de iniciar acciones legales.

Sin embargo rechazó el argumento de la empresa informática respecto de que estar en un lugar público conculca el derecho a la privacidad, violación por la cual condenó a Google a pagar un total de 2.250 dólares (1.3 millones de pesos) a Grillo, más intereses y costas del juicio.

La situación no deja de ser irónica, considerando que tras conocerse el fallo, el tabloide canadiense Le Journal de Montréal publicó la cuestionada imagen original aparecida en Street View, la cual ya no es visible en el servicio.

Le Journal de Montréal

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