El dibujante del célebre cómic Asterix, Albert Uderzo, y su hija anunciaron que se han reconciliado, poniendo fin a siete años de enfrentamiento judicial.

Estamos “de nuevo reunidos y decididos a dejar atrás las acusaciones de uno y otro lado”, escribieron en un comunicado común en el que afirman que quieren “disfrutar de su felicidad recuperada” y que abandonan “cualquier demanda, instancia o acción” emprendidas por cualquiera de ellos.

“Este desenlace es tan feliz… ¿Qué más puede decirse?”, declaró Sylvie Uderzo, la hija del dibujante.

Esta reconciliación se anuncia al mismo tiempo que el Tribunal de Versalles, en un veredicto pronunciado el viernes, estimó que el creador del célebre galo no era víctima de abuso de debilidad, contrariamente a lo que sostenía hasta ahora su hija.

El tribunal confirmó la decisión judicial de diciembre de 2013 según la cual Albert Uderzo, de 87 años de edad, es un hombre “lúcido” con “plenas capacidades para tomar decisiones”.

La familia Uderzo entierra el hacha de guerra después de años de procesos judiciales y de acusaciones recíprocas a través de sus abogados y de la prensa.

La batalla judicial entre padre e hija empezó en 2007, cuando Sylvie Uderzo y su marido, Bernard de Choisy fueron despedidos por la editorial Albert René, que publicaba las historietas de Asterix desde la muerte en 1977 del otro creador del célebre galo, René Goscinny.

En 2008, Albert Uderzo cedió su participación a Hachette y autorizó a esta editorial a continuar, sin él, las aventuras de Asterix. Su hija se opuso a esa cesión y dijo no comprender que su padre autorizara a dejar su obra en otras manos.

En 2011, Sylvie cedió finalmente a Hachette su derechos (por unos 13 millones de euros), pero poco después presentó una demanda judicial por “abuso de debilidad” en perjuicio de su padre.

Sospechaba que allegados de su padre (un notario, un contable y un fontanero convertido su hombre de confianza) trataban de acaparar su fortuna. Presentó después otras demandas contra ellos.

Albert Uderzo respondió a ello presentado a su vez una demanda judicial contra su hija y su yerno por “violencia psicológica”, una demanda ahora retirada.

Detrás de este conflicto familiar estaban en juego sumas inmensas, dado que Asterix y su compañero Obelix son una mina de oro. De sus aventuras, traducidas a más de un centenar de idiomas, se han vendido más de 352 millones de ejemplares en el mundo.

“Sin duda no conoceremos nunca los entresijos de esta sorpresiva reconciliación. Pero es muy posible que cada parte considere que es su interés”, estimó una fuente judicial.

Contactados por la agencia de noticias AFP, los abogados de Albert Uderzo y de su hija rehusaron hacer comentarios al respecto