Hace un par de meses conocimos el caso de la periodista estadounidense Esther Honig, quien quiso indagar en los estereotipos de belleza alrededor del mundo y para ello envió una fotografía suya a más de 40 aficionados del Photoshop de diversos países con una única instrucción: que la hicieran “hermosa”.

El resultado fue el proyecto ‘Before & After’ (Antes y después), donde la joven dio a conocer los diferentes trabajos para demostrar la diferencia de la percepción de la belleza entre las diversas zonas del planeta.

Tras ver este experimento, la periodista birracial Priscilla Yuki Wilson, quien es mitad japonesa y mitad negra, decidió replicarlo, pero notó algunas diferencias respecto a lo ocurrido con la imagen de Honig, ya que en su caso los retoques fueron mucho más radicales.

“En contraste con los resultados de Honig, donde su rostro se convirtió en un lienzo para expresar más de una docena de contraste de estándares de belleza, me encontré con que mi cara realmente desafió a la aplicación de Photoshop. Como mujer birracial no existe un estándar de belleza o molde donde mi cara encaje fácilmente”, explicó Wilson en un post en su blog personal.

Como es mitad japonesa y mitad negra, Priscilla afirma que muchos le han preguntado “¿Qué eres tú? “, lo que dificulta más su lucha contra los estándares inalcanzables de belleza que existen en la sociedad.

“Estoy viviendo en una cultura que está todavía ajustándose a mi tipo de cara. A mí me enseñaron que mi yo natural no cumplía con las normas convencionales establecidas por la sociedad, señalando que la piel más clara es mejor, un pelo más liso es más atractivo, y que las flacas lucen mejor”, explicó.

Para su proyecto, Wilson usó la misma modalidad de Honig: Ocupó la plataforma Fiverr, un sitio web donde cualquier persona puede ofrecer y contratar los servicios de trabajadores independientes de todo el mundo, en un sinnúmero de pequeñas tareas por sólo 5 dólares (alrededor de 2.700 pesos chilenos). Allí, pidió a quienes ofrecían sus conocimientos en el programa de edición de imágenes Photoshop que la hicieran “bella”.

Como resultado, Wilson logró que editores de 18 países diferentes más alguien de la Unión Europea, retocaran su rostro. A continuación te mostramos como quedaron las imágenes.

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