El ex ministro de Educación y actual director del Centro de Estudios Públicos (CEP), Harald Beyer, expuso ante la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, los que considera los “riesgos” del proyecto de ley del gobierno que pone fin al lucro, la selección y el copago en establecimientos de enseñanza escolar que reciben aportes del Estado.
En su primera visita al Congreso tras haber sido destituido de su cargo a la cabeza del Mineduc, Beyer dijo no tener “ninguna sensación en especial”.
“Yo creo que cumplí con mi deber cuando era ministro y hoy sigo cumpliendo con mi deber ahora como ciudadano”, agregó.
Consultado si espera volver a ocupar un cargo de esa naturaleza, Beyer comentó: “Ya pasé por ahí y no voy a volver más a la función pública, lo voy a hacer desde el lugar que hoy ocupo o de situaciones similares”.
Respecto de su exposición ante los parlamentarios de la Comisión de Educación, el ex ministro de Estado defendió la “libertad de enseñanza”, precisando que permite que una comunidad de valores pueda promoverse a través de la enseñanza y aclaró que “lo que se discute es si esto puede hacerse con fondos públicos o no”.
Al respecto, comentó que muchos países no lo permiten, como es el caso de Estados Unidos pero en Chile se ha permitido históricamente, desde 1878, por lo tanto, “la discusión tiene que ser de otra naturaleza. Si uno quiere terminar con la libertad de enseñanza, o no lo hagan por secretaría, hagan una discusión seria, si vale la pena preservarla o no. Yo tengo la impresión que vale la pena preservarla, que es parte de la identidad del país y aunque no le gusten las consecuencias tiene que respetarla”.
Sobre el rol del actual ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, Beyer dijo que “es muy pronto para evaluarla” pero añadió que el ministro enfrentó un cronograma definido en el programa de los cien días, señalando que “fue un programa poco pertinente para los tiempos que requiere la educación”.
A ello agregó que “no fue obra de él haber definido la gran reforma educacional en cien días. Claro, eso le ha pasado un poco la cuenta, pero tiene que tener el tiempo suficiente para desplegar su agenda y espero que más temprano que tarde empecemos a densificar la agenda con temas que son tal vez mucho más relevantes, como la formación de profesores, la carrera docente, como el fortalecimiento de la educación pública”, acotó.
Sobre el proyecto, dijo que presenta “varios riesgos y no están muy cuantificados esos riesgos. No sabemos realmente qué va a suceder”.
Entre los riesgos planteó el término del financiamiento compartido, el cual dijo “perjudica tarde o temprano” a 580 mil estudiantes, de 910 establecimientos educacionales. “Me parece que no es necesario, se podría haber hecho esto de otra manera, mucho más gradual y haber producido efectos menos perjudiciales”, advirtió.
Respecto al término del lucro, señaló que “el recurso escaso en Chile es calidad y hay muchos establecimientos con fines de lucro que están teniendo buenos resultados y por qué se quieren desincentivar, no tiene mucho sentido”.
Por último, Beyer comentó que el proyecto no logra, desde el punto de vista educacional, equilibrar bien las reglas de selección y expulsión de los estudiantes y los sistemas de admisión. “Creo que ahí el proyecto tiene un riesgo potencial enorme, para lo que es el funcionamiento efectivo de una sala de clase”, manifestó.