El sínodo general de la Iglesia de Inglaterra, comunidad madre de la anglicana, aprobó el lunes la ordenación de mujeres como obispos, una reforma histórica que la dividía desde hace años.
Los delegados reunidos en York se pronunciaron en favor de esta reforma promovida por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby.
La Iglesia de Inglaterra, una escisión de la católica, es la madre de la comunidad anglicana, que cuenta con 80 millones de fieles en 165 países del mundo.
Sin embargo, la aprobación de esta reforma por el sínodo inglés no obligará a las otras iglesias anglicanas a ordenar mujeres como obispos, pero envía un mensaje fuerte.
En Inglaterra, donde las mujeres pueden desde 1992 ser sacerdotes. La comunidad anglicana busca con esta propuesta acabar con su imagen de iglesia retrógrada, en comparación con la actitud más progresista de otras iglesias anglicanas, como en Gales, Estados Unidos, Australia, Canadá y Swazilandia, que ya autorizan la ordenación de mujeres como obispos.