Ucrania esperaba este sábado acciones concretas de Rusia para consolidar en el este del país un frágil alto el fuego con los rebeldes, que se prolongó durante tres días con la esperanza de iniciar negociaciones de paz.

Los dirigentes de la Unión Europea, que firmaron el viernes un acuerdo de asociación histórico con Ucrania alejándola así del área de influencia de Moscú, dieron a Rusia plazo hasta el lunes para poner en marcha medidas que pongan fin a la insurrección prorrusa en el este del país, so pena de más sanciones.

El ministro de Economía ruso, Alexei Ulyukayev, consideró este sábado que nuevas sanciones contra Moscú podrían tener “graves” consecuencias para el crecimiento del país.

En el peor de los casos, “el crecimiento económico podría pasar gravemente a negativo”, declaró el ministro a la televisión Rosiya.

En el terreno, el ejército, que había denunciado el jueves “violaciones masivas” del alto el fuego por parte de los rebeldes, indicó que la noche había sido “más o menos tranquila” y evocó “algunos ataques” que no dejaron heridos.

En Donetsk, un bastión insurgente, los rebeldes daban la opción a un centenar de soldados de una base del ministerio de Interior, tomada por los prorrusos la víspera, de prestar juramento a Rusia o de volver a casa, constató la AFP.

Los combates entre ejército y rebeldes han dejado desde abril más de 400 muertos y decenas de miles de desplazados.

EL PLAN DE PAZ EN EL PUNTO DE MIRA

Los dirigentes de la UE dieron a Rusia un plazo de tres días para que tome una serie de medidas concretas para pacificar el este de Ucrania, entre ellas, la liberación de todos los rehenes y la devolución a las autoridades ucranianas de tres pasos fronterizos.

Asimismo, los líderes europeos incluyen las negociaciones sobre el plan de paz y un mecanismo de vigilancia de su aplicación supervisado por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, desveló la semana pasada su plan de paz que prevé la creación de una zona tampón en la frontera entre Ucrania y Rusia, la puesta en marcha de un corredor para permitir a los mercenarios y rebeldes provenientes de Rusia de volver a casa tras deponer las armas, y una descentralización del poder en el este de Ucrania.

Tras una primera liberación el jueves de cuatro observadores de la OSCE, un jefe rebelde de la autoproclamada República de Donetsk, Alexandre Borodai, dijo el viernes que el segundo equipo de observadores secuestrado a finales de mayo sería liberado inmediatamente.

Poroshenko anunció el viernes por la noche que el alto el fuego se prolongaría 72 horas, aunque Kiev precisó que las autoridades ucranianas se reservaban el derecho de poner fin a la tregua “donde esta no se respetara”.

La prolongación del alto el fuego tiene lugar en un contexto de nuevas tensiones entre Kiev y Moscú tras la firma en Bruselas del último capítulo del acuerdo de asociación con la Unión Europea.

El viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Grigori Karasin, advirtió que la firma de este acuerdo tendrá “consecuencias graves” en sus relaciones comerciales con Ucrania, país privado desde hace dos semanas del suministro de gas ruso ante la falta de acuerdo sobre el pago de su deuda.

El rechazo a firmar este acuerdo en noviembre provocó la destitución meses después del entonces presidente Viktor Yanukovich tras una oleada de protestas proeuropeas y el inicio de una insurrección prorrusa en el este del país, así como la incorporación a Rusia de la península de Crimea.