Dos miembros de una misma familia china murieron y otras cuatro personas sufrieron malestar después de haberse metido en una fosa séptica para tratar de recuperar un teléfono móvil recién comprado, según relataron los medios locales.
Una joven residente en un pequeño pueblo del centro del país dejó caer su nuevo ‘smartphone’, de un valor de 2.000 yuanes -unos 180 mil pesos chilenos-, por el desagüe del baño, señaló Dahe, el portal oficial de información del gobierno en la provincia de Henan.
Decidido a recuperar el dispositivo, su marido bajó a la fosa, accesible a través de una trampilla de alrededor de un metro cuadrado, según las fotos difundidas por los medios.
Pero el hombre perdió rápidamente el conocimiento, asfixiado por los gases tóxicos, y su madre, que acudió en su ayuda, también se desmayó, prosiguió la fuente.
La joven propietaria del teléfono y su suegro entraron a continuación, seguidos de dos vecinos deseosos de ayudar, pero en pocos minutos todos empezaron a sentirse mal.
Otros vecinos empezaron entonces a sacarlos de la fosa con ayuda de cuerdas.
Las dos primeras víctimas fallecieron, la propietaria no ha recuperado el conocimiento, y su suegro y los dos vecinos tuvieron que ser atendidos, según el artículo de Dahe.