El ejército sirio logró romper el asedio impuesto por los rebeldes desde hace más de un año a la cárcel central de Alepo, en el norte de Siria, informó este jueves el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
“Después de casi 13 meses de asedio impuesto por el Frente al Nosra y las brigadas islamistas rebeldes, las fuerzas del ejército regular apoyadas por combatientes favorables al régimen lograron romper el asedio a la cárcel central de Alepo”, dijo a la AFP el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
Precisó que blindados del ejército “entraron esta mañana en la zona amurallada” de la cárcel y que se “oyeron intensos disparos en el interior celebrando la llegada de las fuerzas leales al régimen”.
Este avance del ejército sirio en el sector de la cárcel, situada en el norte de Alepo, permitió “cortar una vía de abastecimiento esencial para los combatientes rebeldes -en el noreste de la ciudad-, entre los sectores que controlan y la frontera turca”.
“La única vía de abastecimiento que les queda entre Alepo y la frontera turca es la conocida con el nombre de carretera de Castello, en el noroeste de la ciudad”, explicó Abdel Rahman.
Los combates en el sector de la cárcel dejaron al menos 50 muertos entre los rebeldes desde el martes según el OSDH, que informa también de muertos entre los soldados del ejército y los combatientes prorrégimen, sin precisar el número.
Los insurgentes que cercaban la cárcel desde abril de 2013, verdadera fortaleza construida a principios de los años 1960, afirmaban querer liberar a los cerca de 3.500 detenidos que se encuentran allí en muy malas condiciones.
La cárcel estaba defendida durante el asedio desde el interior por soldados de las fuerzas gubernamentales. A principios de febrero, un grupo de rebeldes lanzó una importante ofensiva contra la cárcel y tomó el control del inmenso complejo, antes de ser parcialmente expulsados por los ataques aéreos.
Numerosos detenidos han muerto durante el asedio debido a la falta de comida, de medicamentos y de higiene.
La cárcel contaba con cerca de 4.000 detenidos antes del asedio, entre ellos islamistas. Las malas condiciones humanitarias y los bombardeos sobre el sector causaron la muerte de unos 600 prisioneros, según el OSDH.