El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunió con el jefe de la oposición siria Ahmad Jarba, anunció el martes la Casa Blanca en un comunicado que no hace mención a las armas que los rebeldes piden a Washington para combatir el régimen de Bashar al Asad.
Obama se unió a un encuentro entre Jarba y la consejera de seguridad nacional estadounidense, Susan Rice, precisó el comunicado.
Obama y Rice “repitieron que Bashar al Asad perdió toda legitimidad para dirigir Siria y no tiene un lugar en el futuro” del país, según la presidencia estadounidense.
El mandatario “saludó el acercamiento constructivo” de la coalición de la oposición siria y llamó a instalar un gobierno “representativo de todos los sirios”.
La Casa Blanca aseguró también que Jarba agradeció a Estados Unidos por la “ayuda no letal estadounidense que alcanza los 287 millones de dólares”.
El comunicado no hace mención al pedido formulado con insistencia por Jarba desde su llegada a Estados Unidos la semana pasada: suministro de armas antiaéreas para combatir el régimen de Asad.
Luego de tres años de conflicto que dejó al menos 150.000 muertos y diez millones de civiles desplazados que según Jarba viven una “pesadilla”, estos armamentos podrían “cambiar el equilibrio de las fuerzas sobre el terreno”, dijo el miércoles pasado el representante de la oposición en el Departamento de Estado.
El gobierno de Obama, muy reticente a realizar maniobras militares directas en Siria, teme que las armas de guerra caigan finalmente en manos de organizaciones rebeldes yihadistas enfrentados al ejército sirio.
Según el comunicado, la reunión de este martes se centró en “los riesgos que representa el extremismo creciente en Siria” y la “necesidad de luchar contra los grupos terroristas en cada bando”.
El encuentro se llevó a cabo en momentos en que el mediador de Naciones Unidas y la Liga Árabe en el conflicto en Siria, Lajdar Brahimi, renunció a su cargo después de cerca de dos años de esfuerzos infructuosos para poner fin al conflicto.