El ex jefe de gobierno italiano Silvio Berlusconi comenzará a partir del próximo 9 de mayo a purgar su condena con trabajos sociales en un centro para ancianos cerca de Milán (norte), indicaron este miércoles fuentes de la institución.
El director del centro, Paolo Pigni, estableció junto con el tribunal y el directo interesado que Berlusconi se encargue un día a la semana, por cuatro horas, de asistir a enfermos de Alzheimer. “Deberá iniciar el 9 de mayo a las 09:45 horas”, precisó Pigni a la prensa.
El ex jefe de gobierno y magnate de las comunicaciones trabajará con enfermos de demencia senil, en particular de Alzheimer, los cuales tienen programado en la mañana ejercicios físicos, lectura, escritura y juegos, precisó el responsable.
Berlusconi, de 77 años, fue condenado definitivamente en agosto a cuatro años de prisión por fraude fiscal, reducidos a uno gracias a una amnistía y deberá purgar su pena con trabajos en beneficio de la comunidad, en lugar del arresto domiciliario.
El tribunal se mostró muy indulgente con el magnate porque le autorizó viajar a Roma de martes a jueves, lo que le permitirá coordinar las campañas políticas de su partido, Forza Italia.
Sin embargo, el líder indiscutible desde hace dos décadas de la derecha italiana y tres veces primer ministro, ha infringido en los últimos días la regla que le impusieron los jueces de no criticar a la justicia.
El multimillonario se encuentra de nuevo en el ojo del huracán por sus declaraciones inoportunas contra Alemania y sus ataques a la justicia. En un programa de televisión, Berlusconi calificó de “ridícula” la idea de que lo “quieran reeducar con trabajos sociales o con charlas cada quince días con una asistente social”.
Berlusconi fue condenado en agosto del 2013 por fraude fiscal en la adquisición entre 2000 y 2003 de derechos televisivos para su imperio audiovisual, el grupo Mediaset.
A través de ese sistema el grupo televisivo redujo sus ganancias en Italia, creó fondos ocultos y pagó menos impuestos. Se calcula que el fisco dejó de recaudar unos siete millones de euros.
Se trata de la primera condena definitiva para Berlusconi desde que se lanzó a la política en 1994.